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Poemas de José Antonio Llamas Fernández

José Antonio Llamas Fernández
José Antonio Llamas Fernández (Vidanes -León-, 1941) Estudia filosofía en el Seminario de San Froilán con Don Antonio González de Lama, uno de los fundadores de la revista de poesía “Espadaña” Funda (Con Agustín Delgado, Ángel Fierro y Luis Mateo Díez) la revista de poesía: Claraboya. que vive entre los años 1963-1968, siendo cerrada por la censura de la época por culpa de un poema suyo titulado “No amanece”, que luego daría título al primero de sus libros en solitario. Su poesía está recogida en tres antologías: No amanece, Como las generaciones de las hojas, y Ruina montium. Y en la actualidad ya dispone de cuatro libros de poesía inéditos. En prosa ha publicado Los falampos de la nieve y espera editor para su larga novela: La bisabuela incorrupta en la que trabaja. Se considera a sí mismo especialista en la obra del escritor del S.XVIII, José Francisco de Isla, el autor del Fray Gerundio, de quien ha publicado una biografía. Se da la circunstancia de que el Padre Isla también vino al mundo en Vidanes y de ahí la inclinación hacia su admirable pluma. José Antonio Llamas vive retirado en un pueblecito de la montaña leonesa, donde se ha instalado en un hórreo de madera, con su esposa y sus perros. Nunca ha recibido ningún premio, ni se le suele incluir habitualmente entre los escritores leoneses, ya que pasó la mayor parte de su vida en Barcelona.

solo dolor
 
 
Si alguna vez el odio se licua y no queda en ......
lanzas
 
 
Lanzas que la noche afila, puntas que los deseo......
los hayedos
 
 
El faedo de Gete ......
para reír de nuevo
 
 
A la memoria de Giordano Bruno ......
nuestra vida
 
 
Nuestro día es un invento de los dioses; ellos fing......
he perdido el andar
 
 
He perdido el andar, pero recorro el mundo. Apen......
cicatrices de besos
 
 
A César Vallejo ......
ojos del atardecer
 
 
A Gutierre de Cetina ......
cuántas veces desandamos el camino.
 
 
Ninguna rosa ignora que fue zarza antes de ser r......
sol del otoño (ii)
 
 
Como el zagal, absorto en los mugidos del rebaño, ......
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Aterida, como los pájaros del alba, rosa de noviem......
versos de piedra
 
 
Versos de bambú dicté a mi mano ......
me llamo quian long
 
 
Me llamo Quian Long, y soy emperador de China ......
saludo
 
 
Al maestro Dámaso Alonso ......
mecen tus ojos
 
 
Mecen tus ojos su dolor en la hora sexta y en a......
ya veremos a ver
 
 
Ya veremos a ver si crece el río, y no buscamos las......
fatiga de los jardines
 
 
Sobre la piel desnuda de la tarde se estremece......
para llegar a la fuente
 
 
A mi madonna Laura ......
lo volveré a intentar
 
 
Tan pronto como el sol se de la vuelta y se abandone......
quien nada tiene
 
 
Quien nada tiene, nada espera ......
nacimiento
 
 
Los cañones de Estalingrado, disparando, fueron mi ......
te volverás mendigo
 
 
Buscarás en los espejos del pasado los ojos que te ab......
tanta gloria
 
 
¡Tanta gloria como alcanzó la primavera! ¿Por qué ......
rodéate de silencio
 
 
Rodéate de silencio, amor, si quieres recoger las......
la voz ausente
 
 
Qué nítida la voz de los ausentes ......
tiemblo al pensar
 
 
Tiemblo al pensar que hasta las rosas lleguen a s......
ni tú, noviembre
 
 
A Juan Ramón Jiménez ......
lo que del otoño queda
 
 
Lo que de los guerreros queda después de la batalla, ......
la voz del tiempo
 
 
La voz del tiempo solo canta en la penumbra ......
el pasado nos aguarda
 
 
Nunca pierde la memoria su camino, nunca huye ......

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