Xxix - Poemas de FEDERICO HERNÁNDEZ AGUILAR
Xxix
Poema publicado el 07 de Noviembre de 2002
Donde se conoció el amor
se conoció también que la verdad no tiene constancia
y que puede cosechar buenos augurios en el mismo lugar
en que pernoctó la saliva equina del deseo.
Donde se conoció la venganza
se conoció también que la inocencia anida mejor donde
los turistas del vacío se sienten libres de admirarla y
pedirle en voz baja que no se mueva para la foto.
Donde se conoció la tibieza
se conoció también que las rendijas que exhiben algunas
puertas desvencijadas no sirven para ver desnudas a las
casaderas más hermosas y más arbitrariamente deseadas de cada pueblo.
Donde se conoció la prudencia
se conoció también que el vietnamita menos hábil
puede verte a los ojos con aprensiva rudeza para decirte
que en su país se siembra el arroz con la esperanza de
recogerlo antes del próximo bombardeo de alubias.
Donde se conoció la intolerancia
se conoció también que las únicas golondrinas capaces
de volar en pleno invierno son aquellas que en algún momento
del trayecto coinciden con un arco iris retrasado por la misma causa.
Donde se conoció el amor, repito,
se conoció también que muere.
Poema publicado el 07 de Noviembre de 2002
Donde se conoció el amor
se conoció también que la verdad no tiene constancia
y que puede cosechar buenos augurios en el mismo lugar
en que pernoctó la saliva equina del deseo.
Donde se conoció la venganza
se conoció también que la inocencia anida mejor donde
los turistas del vacío se sienten libres de admirarla y
pedirle en voz baja que no se mueva para la foto.
Donde se conoció la tibieza
se conoció también que las rendijas que exhiben algunas
puertas desvencijadas no sirven para ver desnudas a las
casaderas más hermosas y más arbitrariamente deseadas de cada pueblo.
Donde se conoció la prudencia
se conoció también que el vietnamita menos hábil
puede verte a los ojos con aprensiva rudeza para decirte
que en su país se siembra el arroz con la esperanza de
recogerlo antes del próximo bombardeo de alubias.
Donde se conoció la intolerancia
se conoció también que las únicas golondrinas capaces
de volar en pleno invierno son aquellas que en algún momento
del trayecto coinciden con un arco iris retrasado por la misma causa.
Donde se conoció el amor, repito,
se conoció también que muere.
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