Poemas de GÓMEZ MANRIQUE
GÓMEZ MANRIQUE
Diego Gómez Manrique (Amusco, 1412 - noviembre de 1490), poeta y dramaturgo
medieval español. Señor de Villazopeque y Cordobilla, hijo del adelantado
mayor del Reino de León, era sobrino de don Íñigo López de Mendoza, Marqués de
Santillana, nieto de Diego Hurtado de Mendoza y hermano del maestre Rodrigo
Manrique, el protagonista de las famosas Coplas a la muerte de su padre de su
sobrino Jorge Manrique. Era una estirpe, pues, de hombres de letras, y la
tradición continuó después con Garcilaso de la Vega. La familia de los Manrique
de Lara pertenece a la más antigua nobleza de España y estaba en posesión de
importantes títulos nobliarios entre los que destacan el Ducado de Nájera, el
Marquesado de Aguilar de Campoo o el Condado de Paredes de Nava, cuyo primer
titular fue Don Rodrigo, hermano de nuestro autor y padre del célebre Jorge
Manrique.
Participó, con sólo trece años, en el sitio a la fortaleza de Huéscar
acompañando a su tío el Marqués de Santillana. Su actuación política, siempre
acorde con su clan familiar, se caracterizó primero por el enfrentamiento con el
Condestable don Álvaro de Luna, a cuyas tropas pusieron en fuga en la batalla de
Olmedo (1445), posteriormente por apoyar al infante don Alfonso contra Enrique
IV en la famosa Farsa de Ávila (1465) y, finalmente, por su fidelidad a Isabel
la Católica, aun antes de acceder al trono: intervino para concertar los
desposorios entre Isabel y Fernando de Aragón y él fue el encargado de escoltar
a Fernando por tierras castellanas para la celebración de su boda con la
entonces infanta Isabel. Los Reyes Católicos premiaron su fidelidad con la
concesión del cargo de Corregidor de Toledo, en cuyo ejercicio y hasta su muerte
demostró una actuación ejemplar, manteniendo la ciudad fiel a Isabel en contra
del Arzobispo. Construyó las Casas Consistoriales e hizo grabar aquellos
célebres versos:
Nobles discretos varones
que gobernáis a Toledo,
en aquestos escalones
desechad las aficiones,
codicias, amor y miedo.
Por los comunes provechos
dexad los particulares.
Pues vos fizo Dios pilares
de tan riquísimos techos,
estad firmes y derechos.
Gonzalo Fernández de Oviedo en sus Batallas y quincuagenas le dedicó un diálogo
en que no le escatimó elogios: "Fue un caballero muy valiente... uno de los
estimados caballeros de Castilla e valiente lanza por su persona, e de los muy
sabios e bien hablado, e muy hombre en todos sus fechos... gentil poeta y de
sutil ingenio". En efecto, fue uno de los poetas más famosos de su época y tomó
ora la espada ora la pluma: luchó contra Juan II, no simpatizó con Enrique IV el
Impotente y se alineó con Isabel, futura reina Católica, contra Juana, como su
sobrino Jorge, a quien enseñó una nueva estrofa creada por él, la sextilla
manriqueña o copla de pie quebrado.
Álvarez Pellitero señaló que en el inventario de sus bienes hecho a su muerte
destacaba una nutrida biblioteca, casi comparable a la del Marqués de
Santillana; Antonio Paz y Meliá fue el primer editor de su Cancionero, en que se
muestra como un dotado y original poeta cancioneril, provisto de un desusado
sentido social para la época, pero también muy hábil para la sátira en sus
piezas "Razonamiento del rocín a un paje" y otras muchas. Escribió una elegía
Consolatoria dedicada a su esposa, otra Mendoza, o el famoso Planto de las
virtudes y la poesía, a la muerte del Marqués de Santillana, sin olvidar los
Consejos para el señor Diego Arias de Ávila, antecedente directo de las Coplas
de su sobrino Jorge Manrique.
Fue uno de los precursores del teatro castellano con sus obras Representaçión
del nacimiento de nuestro señor y con piezas de cancionero como la Canción a la
conçepçión de Nuestra Señora que también puede incluirse en el género dramático.
Uno de los episodios más conocidos de la primera obra citada es el de la duda de
San José, motivo típicamente teatral y que aparece registrado en numerosas
muestras de teatro europeo. Otro episodio típico es el de la ofrenda de los
instrumentos simbólicos de la Pasión. De ese modo se une el misterio del
nacimiento con la pasión y muerte característico, según los especialistas, del
franciscanismo.
Las Lamentaciones fechas para la Semana Santa, transmitidas únicamente por el
llamado Cancionero de Pero Guillén de Segovia, y no recogido en los más
autorizados de Gómez Manrique, son un ejemplo de poesía lírica con valor
teatral. Su filiación literaria se inscribe en la serie del plantus Mariae que
recogía el dolor de María al pie de la cruz, en el Evangelio apócrifo de
Nicodemo. Gómez Manrique se inspira en la tradición del planto o elegía fúnebre
medieval y fórmula estas coplas dialogadas sin que se dé a entender que fuera
representado.
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