No se extingue la herida - Poemas de Antonio Redondo Andújar
No se extingue la herida
Poema publicado el 13 de Septiembre de 2008
Se ha construido un templo a la traición
con material forjado con mentiras.
Se ha edificado un muro a lo nefasto
para nutrir el miedo.
La desnudez se extiende por doquier
y unas manos odiosas
fijan sus muecas necias sobre ella.
La dulzura tiene manos de espuma:
adivinamos, después de las caricias,
su pureza.
La figura fugaz del deseo prohibido,
del deseo que asoma
tras las ventanillas de los trenes.
Los deseos obscenos
de un cuerpo insinuando su blancura.
Los deseos de amor
de un cuerpo enardecido por las lágrimas.
Pero el dolor pide indemnización,
la carne magullada quiere vengar
la anciana maldición.
No se extingue la herida,
la serpiente de acero
que asoló piel y carne.
Poema publicado el 13 de Septiembre de 2008
Se ha construido un templo a la traición
con material forjado con mentiras.
Se ha edificado un muro a lo nefasto
para nutrir el miedo.
La desnudez se extiende por doquier
y unas manos odiosas
fijan sus muecas necias sobre ella.
La dulzura tiene manos de espuma:
adivinamos, después de las caricias,
su pureza.
La figura fugaz del deseo prohibido,
del deseo que asoma
tras las ventanillas de los trenes.
Los deseos obscenos
de un cuerpo insinuando su blancura.
Los deseos de amor
de un cuerpo enardecido por las lágrimas.
Pero el dolor pide indemnización,
la carne magullada quiere vengar
la anciana maldición.
No se extingue la herida,
la serpiente de acero
que asoló piel y carne.
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