El país - Poemas de Alfonso Fajardo
El país
Poema publicado el 30 de Noviembre de -0001
Marzo es de vida y es de muerte y ello no es poético
sino monstruoso, paradoja de infierno que es vida,
espejo y raza inmolada, el hombre.
He aquí la sangre, el cáliz desbordado;
he aquí el vientre, el túnel a la luz;
el plomo de la palabra, la cuerda destemplada,
el caballo troyano, he aquí el sable.
En Marzo hay calor y hay frío y es insoportable
el aliento del viento cuando putrefacciones trae,
pero hay un árbol, pero hay una fuente,
pero ¡ay, ay de los que con sarna andan por el tiempo!
y es que hay un silencio, hay un cielo que no mide consecuencias,
gira su rostro, y viene la noche y viene el día
y el árbol que crece pese a la sombra y la fuente que mana
pese al desierto. Me basta, nos bastan
los puñales furtivos, las armas del crápula,
las hostias rotas y este lento caminar rumbo al amanecer.
En Marzo cae una voz, pero ella vive,
como la vela de los sueños,
en el creciente murmullo de una multitud.
Poema publicado el 30 de Noviembre de -0001
Marzo es de vida y es de muerte y ello no es poético
sino monstruoso, paradoja de infierno que es vida,
espejo y raza inmolada, el hombre.
He aquí la sangre, el cáliz desbordado;
he aquí el vientre, el túnel a la luz;
el plomo de la palabra, la cuerda destemplada,
el caballo troyano, he aquí el sable.
En Marzo hay calor y hay frío y es insoportable
el aliento del viento cuando putrefacciones trae,
pero hay un árbol, pero hay una fuente,
pero ¡ay, ay de los que con sarna andan por el tiempo!
y es que hay un silencio, hay un cielo que no mide consecuencias,
gira su rostro, y viene la noche y viene el día
y el árbol que crece pese a la sombra y la fuente que mana
pese al desierto. Me basta, nos bastan
los puñales furtivos, las armas del crápula,
las hostias rotas y este lento caminar rumbo al amanecer.
En Marzo cae una voz, pero ella vive,
como la vela de los sueños,
en el creciente murmullo de una multitud.
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