Espejo de sueños - Poemas de YANIRA SOUNDY
Espejo de sueños
Poema publicado el 15 de Marzo de 2000
Alma prófuga del mar, de palabras incendiadas, quiero estar a solas
contigo. Ahí donde las raíces son como duras venas abiertas y el amor una
sed de fruta oscura.
Quiero volver a ti...al lugar exacto donde no permanecemos como espejos de
intranquilas esperas. A ese pedazo de fe que nos guarda la esperanza.
Este día he terminado el inventario de los sueños...y he apartado con mis
ojos las estancias umbrosas y los círculos que ruedan dentro. No escucho
el reloj y la luna no ha puesto su señal en los cristales. El amor salta
de rama en rama y toca una vegetación que resguarda viejas trincheras.
Caen las hojas amarillas...y en los suelos hoy existe un testimonio
cubierto por troncos corroídos.
Alma de bosque seco de Cinquera...de afanes inexplicables y luces de
ángeles inmortales...aceitunos, cedros, copinoles, quebrachos, caulotes,
son algunos de los árboles de las palabras que coexisten con pichiches de
ala blanca, patos calvos, codornices y gavilanes.
El río Quezalapa se extiende devorado por animales sedientos, descubro su
lenguaje y pronuncio el acento del agua que corre a prisa hasta sus
afluentes.
Lentanto mi voz con una garganta nueva, para cantarle al suelo desnudo de
Cinquera, a su rostro y a las cascadas del tiempo insistente de nubes y
misterios.
Poema publicado el 15 de Marzo de 2000
Alma prófuga del mar, de palabras incendiadas, quiero estar a solas
contigo. Ahí donde las raíces son como duras venas abiertas y el amor una
sed de fruta oscura.
Quiero volver a ti...al lugar exacto donde no permanecemos como espejos de
intranquilas esperas. A ese pedazo de fe que nos guarda la esperanza.
Este día he terminado el inventario de los sueños...y he apartado con mis
ojos las estancias umbrosas y los círculos que ruedan dentro. No escucho
el reloj y la luna no ha puesto su señal en los cristales. El amor salta
de rama en rama y toca una vegetación que resguarda viejas trincheras.
Caen las hojas amarillas...y en los suelos hoy existe un testimonio
cubierto por troncos corroídos.
Alma de bosque seco de Cinquera...de afanes inexplicables y luces de
ángeles inmortales...aceitunos, cedros, copinoles, quebrachos, caulotes,
son algunos de los árboles de las palabras que coexisten con pichiches de
ala blanca, patos calvos, codornices y gavilanes.
El río Quezalapa se extiende devorado por animales sedientos, descubro su
lenguaje y pronuncio el acento del agua que corre a prisa hasta sus
afluentes.
Lentanto mi voz con una garganta nueva, para cantarle al suelo desnudo de
Cinquera, a su rostro y a las cascadas del tiempo insistente de nubes y
misterios.
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