Nabucodonosor - Poemas de Manuel del Palacio
Nabucodonosor
Poema publicado el 15 de Julio de 2008
De la Asiria monarca omnipotente,
Creyó del mundo antiguo ser el dueño,
Y por lograr su temerario empeño,
«¡No soy Rey, que soy Dios!», gritó demente.
«¡Oh polvo que animé!-dijo doliente
El gran Jehová, mirándole con ceño-.
Pues más que humano te juzgaste en sueño,
Menos que humano te hallará la gente.»
El regio manto que en sus hombros pesa
Cayó, dejando ver la piel oscura,
Donde el áspero vello hizo su presa;
Inclinó la cerviz con amargura,
Y mordiendo, al pasar, la hierba espesa,
Bramando se alejó por la llanura.
Poema publicado el 15 de Julio de 2008
De la Asiria monarca omnipotente,
Creyó del mundo antiguo ser el dueño,
Y por lograr su temerario empeño,
«¡No soy Rey, que soy Dios!», gritó demente.
«¡Oh polvo que animé!-dijo doliente
El gran Jehová, mirándole con ceño-.
Pues más que humano te juzgaste en sueño,
Menos que humano te hallará la gente.»
El regio manto que en sus hombros pesa
Cayó, dejando ver la piel oscura,
Donde el áspero vello hizo su presa;
Inclinó la cerviz con amargura,
Y mordiendo, al pasar, la hierba espesa,
Bramando se alejó por la llanura.
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