El dÍa triste - Poemas de LUIS MIGUEL RABANAL
El dÍa triste
Poema publicado el 22 de Octubre de 2005
El niño se enfrentaba al monstruo de costumbre, el desamparo
o la rabia o el viento más frío, y contaba todas sus heridas de
soslayo, nos miraría muy probablemente asentir. Para que el
búho callase nada era de aquella indispensable e iracundo, se
secaba sus lágrimas como un desahuciado advierte su destino
en el fondo siniestro de la copa. Quién fuera el villano, dice, la
mujer amarilla o la confusa estratagema de aquel cobarde
zascandil. A la noche habremos llegado ya a Trascastro y la
huida semeja ser un rostro que el dolor defiende de tus uñas. El
niño creía en ti, se bañaba con vosotros cada tarde de julio, por
lo demás era el rey de las culebras. Abrázalo. Desata ahora sus
mordazas. Fíjate bien, es tu misma imagen que se cae y se cae y
se cae de bruces.
Poema publicado el 22 de Octubre de 2005
El niño se enfrentaba al monstruo de costumbre, el desamparo
o la rabia o el viento más frío, y contaba todas sus heridas de
soslayo, nos miraría muy probablemente asentir. Para que el
búho callase nada era de aquella indispensable e iracundo, se
secaba sus lágrimas como un desahuciado advierte su destino
en el fondo siniestro de la copa. Quién fuera el villano, dice, la
mujer amarilla o la confusa estratagema de aquel cobarde
zascandil. A la noche habremos llegado ya a Trascastro y la
huida semeja ser un rostro que el dolor defiende de tus uñas. El
niño creía en ti, se bañaba con vosotros cada tarde de julio, por
lo demás era el rey de las culebras. Abrázalo. Desata ahora sus
mordazas. Fíjate bien, es tu misma imagen que se cae y se cae y
se cae de bruces.
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