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Sin título - Poemas de Lobaiza De Rivera, Lidia Esther


 
 
Sin título
Poema publicado el 17 de Mayo de 2008

Estoy aquí, de pie, en la mitad de esta historia que comienza…o termina.
Yo sé que no hay brújulas para mis puntos cardinales, 
y me voy hacia el lugar innominado donde emigran los sueños no cumplidos,
envuelta en esta cáscara desvelada que aguarda el sombrío camino de la despedida;
agitados mis lentos pasos, por ese viento helado que no perdona el silencio de los pájaros ,
ni el gemido de los jazmines sobre las viejas tapias.
Aguardo…aguardo… mi barca y su barquero,
con apenas dos monedas  para el viaje , despojada de toda fatuidad, sin riquezas,
ni llaves, ausentes las sonrisas, las canciones, el amor, la esperanza.
En lo alto, el brillo que amé y aprisioné en palabras, es un guiño a los dioses;
y me vuelvo pequeña, un  punto apenas en las espumas difusas de la orilla,
y es una mano alucinada la que agita el adiós desde  la quilla azul de mis quimeras, 
embargada de preguntas sin respuestas, rumbo a  la profetizada marea del destierro .
Ay, rosa de fuego, te alejas cada vez más y más…y me dejas agónica
rendida, con mis manos quietas sobre este vientre escarchado,
con mi sangre fluyendo hacia las dunas silentes del mutismo,  flotando entre el aire y las nubes.
El murmullo del agua me anuncia su llegada, subiré sin protestas hacia lejanos puertos,
sin saber donde anclará mi barca, o en qué lugar de las estrellas
encontraré los nuevos argonautas,
navegando sobre un río sin nombre, hacia los anchos pantanos de las sombras.
Más lejos de la luz, cada vez más abajo, entre las oscuras flores de las marismas,
nigromantes pretéritos aconsejaron el ajusticiamiento del barro sin gloria ni  prebenda.
Y aunque Ella me cargue entre sus brazos gélidos, yo sigo esperando…esperando…
clavadas mis pupilas blancas en esa luna que ya no será mía;

se hunden los  abatidos remos  en una oscuridad que enloquecida me posee,
mientras detrás del largo túnel, se cierran, para siempre,
las pesadas puertas de la memoria.

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