El nacozari de ayer - Poemas de Antonio Munguia
El nacozari de ayer
Poema publicado el 21 de Noviembre de 2022
Recordar noches de convivio sano,
En aquel mineral de mis amores,
Me estremece por dentro con dolores
De nostalgia que ahuyenta mi desgano.
Noches de naipes, gusto campirano
Con las horas al trote haciendo ardores,
Eliminando el sueño en los actores
Con barajas sujetas a la mano.
Pasaba el tiempo con veloz apuro
Sin ruidos o dislates de alburero.
No importaba el pasado ni el futuro.
El Club Nacozarense por entero
Era mi hogar feliz de abrigo puro:
¡ Nunca me sentí ajeno o extranjero !
Noche tras noche eran convivio de oro,
Tertulias de amistosos concurrentes.
Una copa de vino y alicientes
Hacían de la reunión bello tesoro.
Pero fue el tiempo al paso y con desdoro
Que marcó del final cierres ardientes,
Y tuve que partir con tristes fuentes
En un adiós que a veces aún lloro.
Fueron noches de juego placentero.
¿Al ganar o perder? Final maduro,
De paz remanso puesto al derrotero.
Abrazo de amistad fuerte y seguro
Dando a mi soledad calor sincero:
¡ Yo fui el huésped del cobre y su brasero !
Poema publicado el 21 de Noviembre de 2022
Recordar noches de convivio sano,
En aquel mineral de mis amores,
Me estremece por dentro con dolores
De nostalgia que ahuyenta mi desgano.
Noches de naipes, gusto campirano
Con las horas al trote haciendo ardores,
Eliminando el sueño en los actores
Con barajas sujetas a la mano.
Pasaba el tiempo con veloz apuro
Sin ruidos o dislates de alburero.
No importaba el pasado ni el futuro.
El Club Nacozarense por entero
Era mi hogar feliz de abrigo puro:
¡ Nunca me sentí ajeno o extranjero !
Noche tras noche eran convivio de oro,
Tertulias de amistosos concurrentes.
Una copa de vino y alicientes
Hacían de la reunión bello tesoro.
Pero fue el tiempo al paso y con desdoro
Que marcó del final cierres ardientes,
Y tuve que partir con tristes fuentes
En un adiós que a veces aún lloro.
Fueron noches de juego placentero.
¿Al ganar o perder? Final maduro,
De paz remanso puesto al derrotero.
Abrazo de amistad fuerte y seguro
Dando a mi soledad calor sincero:
¡ Yo fui el huésped del cobre y su brasero !
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