Oda a matilde urrutia - Poemas de Sergio Mouat
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Oda a matilde urrutia
Poema publicado el 02 de Junio de 2001
Si tú no hubieses tenido esa fibra adquirida
más el amor que por Pablo sintieras
toda tu vida encantada e iluminada
hubiera sido el alma de un devenir
turbulento en ansiedades que enfrentaste.
Con las fuerzas de un ser acorralado.
Y de todo ese amor esplendoroso y encantado
que jamás dejaste, se arrancara de tu lado.
Yo te canto Matilde en el silencio agobiado
por todo ese tu amor altanero y orgulloso,
enredado entre tus mejores años mozos.
Como hubiese querido protegerte cuando huías
y la metralla traidora te amenazaba;.
Que cobardía, y ruin intimidación
solo encontraron tu determinante acción
no te avasallaron, vigorosa lo enfrentaste.
Tristeza siento al leer las páginas de tu vida,
un mudo silencio, me envuelve,
lloro de impotencia y me hierve la sangre.
Mira como actuaban esos grandes cobardes.
lo complacer a sus amos querían.
Estuve ausente cuando me necesitaste
simplemente porque no te conocía
aunque en esos días de septiembre negro.
La incertidumbre se volvió una angustia
Grande, como la peor de las epidemias.
Y al escribir este poema, elocuente es mi pena
por haberte conocido tantos años más tarde
¡Que alegría Matilde, ¡
es mi admiración por ti mira como arde.
Los años se volaron, mis fuerzas ya diminutas
en los brazos de una ilusión quedan, y por el amor
que por Pablo sentiste y le diste, se permutan…
Poema publicado el 02 de Junio de 2001
Si tú no hubieses tenido esa fibra adquirida
más el amor que por Pablo sintieras
toda tu vida encantada e iluminada
hubiera sido el alma de un devenir
turbulento en ansiedades que enfrentaste.
Con las fuerzas de un ser acorralado.
Y de todo ese amor esplendoroso y encantado
que jamás dejaste, se arrancara de tu lado.
Yo te canto Matilde en el silencio agobiado
por todo ese tu amor altanero y orgulloso,
enredado entre tus mejores años mozos.
Como hubiese querido protegerte cuando huías
y la metralla traidora te amenazaba;.
Que cobardía, y ruin intimidación
solo encontraron tu determinante acción
no te avasallaron, vigorosa lo enfrentaste.
Tristeza siento al leer las páginas de tu vida,
un mudo silencio, me envuelve,
lloro de impotencia y me hierve la sangre.
Mira como actuaban esos grandes cobardes.
lo complacer a sus amos querían.
Estuve ausente cuando me necesitaste
simplemente porque no te conocía
aunque en esos días de septiembre negro.
La incertidumbre se volvió una angustia
Grande, como la peor de las epidemias.
Y al escribir este poema, elocuente es mi pena
por haberte conocido tantos años más tarde
¡Que alegría Matilde, ¡
es mi admiración por ti mira como arde.
Los años se volaron, mis fuerzas ya diminutas
en los brazos de una ilusión quedan, y por el amor
que por Pablo sentiste y le diste, se permutan…
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