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Poemas de EMILIO CARRERE

EMILIO CARRERE
Emilio Carrere Moreno (Madrid, 18 de diciembre 1881 - Madrid, 30 de abril de 1947) poeta, periodista y narrador español, perteneciente a la corriente poética del Decadentismo modernista. Nació en Madrid de Eloísa Carrere Moreno, madre soltera de 29 años, y de Senén Canido Pardo; el padre, un importante abogado pontevedrés que aspiraba a ser diputado en Cortes, lo que en efecto logró, se desentendió de él, quizá para evitar males en su carrera política. El padre fue luego senador vitalicio, miembro del Tribunal Supremo y académico de la Real Academia de Legislación y Jurisprudencia y presidente del Tribunal de Cuentas. No se casó nunca y legó la mayor parte de su importante biblioteca a su hijo natural, así como una importante suma de dinero. Posteriormente quiso hacerse cargo del niño, pero este prefirió siempre una vida más libre en compañía de su abuela, pues Emilio quedó huérfano de madre al mes de nacer a causa de las consecuencias del parto y el niño fue confiado a su abuela, Manuela Moreno, que vivía pobremente de una minúscula pensión concedida por la reina Isabel II que daba para pagar el piso y un ama de cría. Para comer debía pedir que la invitasen. La primera vocación de Emilio Carrere fue la pintura; después pasó a sentir la llamada del teatro y se inscribió en la escuela de declamación de Juan Casañer en el Centro Instructivo Obrero fundado por Alberto Aguilera, donde se imparte educación a las clases menesterosas. Conoce a los hermanos de Miguel y frecuenta los billares, afición a la que será fiel toda su vida. En los billares conoce al maestro Federico Chueca y a los hermanos Valero; de Alberto Valero Marín, futuro escritor y abogado, será amigo durante toda su vida. Aprende francés con un profesor particular; pero su abuela cae enferma, y el padre del escritor debe socorrer a la familia; introduce a su hijo como empleado en el Tribunal de Cuentas. Este gesto suavizó las tirantes relaciones entre hijo y padre. Empieza a publicar sus primeros versos en los semanarios La Avispa y La Chispa y frecuenta la tertulia del Café Habanero, la del Levante, la del Mercantil, la del Madrid... Conoce y hace amistad con el pintor Julio Romero de Torres. Su amigo Ortiz de Pinedo le anima a publicar su primer libro, Románticas (1902), de tono becqueriano. Acusó la influencia de Verlaine, de quien hizo una traducción magnífica (Poemas saturnianos, 1928), y leyó y admiró a Charles Baudelaire y a Heine; le atrajo la vida que pintaba Henri Murger en Escenas de la vida bohemia. Conoció en una cachupinada a la que será su esposa, Milagro Sáenz de Miera, con la que se casará en 1906. En esa época, gracias a su amigo Luis Bello, que le abre las puertas de la prensa, colabora en Nuevo Mundo, Madrid Cómico y Los lunes de El Imparcial y asciende como empleado en su puesto del Tribunal de Cuentas. En 1906 publica una antología de poesía modernista, La corte de los poetas, florilegio de rimas modernas, en cuyo prólogo defiende con pasión la nueva estética y a su mentor, Rubén Darío. Entre los poeta seleccionados hay dos grandes amigos suyos, Juan Pujol y Alberto Valero. En 1907 publica un poema que le concedió una desmedida popularidad, "La musa del arroyo", cuyos versos se hicieron popularísimos, sobre todo su estribillo, "se reía, se reía". Este poema fue incluido en su segunda colección de versos, El caballero de la muerte, donde plasmará ya su concepción vital y estética. Calvo y melenudo, con pipa y chalina, llevó a la poesía toda la bohemia decadente, morbosa y un tanto trasnochada de su vida. En 1907 empieza a colaborar en la revista El Cuento Semanal de Eduardo Zamacois; en esta y en las colecciones Los contemporáneos, también fundada por Zamacois, y La novela corta, de José de Urquía y La novela de hoy de Artemio Precioso, escribirá novelas cortas sobre pícaros y supervivientes del subproletariado urbano, la marginalidad, la delincuencia, la bohemia y, en suma, el inframundo madrileño de la época: La cofradía de la pirueta, La tristeza del burdel, La conquista de la Puerta del Sol, Un hombre terrible; otras son inspiradas por su afición a la teosofía: El destino payaso, El sexto sentido, Un crimen inverosímil. Se hace acompañar en las noches de Madrid por la grey bohemia de Pedro Barrantes, Alejandro Sawa, Ciro Bayo y Pedro Luis de Gálvez, además de por su amigo Valero Martín. Desde 1910 escribe la sección "Retablillo grotesco y sentimental" de Madrid Cómico y asiste a numerosas tertulias; en una de ellas, la del Café España, coincide en 1911 con otro ya viejo gran bohemio, Joaquín Dicenta, y con Gonzalo Seijas, que será desde entonces un buen amigo. Aunque frecuenta los cafés de Fornos, el Suizo y el Levante, aquel al que más va es el café Varela. Se aficiona a la teosofía, amista con Mario Roso de Luna y acude a sesiones espiritistas en la casa del compositor Ricardo Corral. Entre 1910 y 1912 colabora en Vida Socialista, pero no parece tener una ideología clara en ese sentido; su socialismo es utópico y denuncia la miseria del pueblo y la escasa educación que reciben las mujeres; también ataca la explotación de los escritores por parte de los editores; defiende a los pobres de espíritu explotados y marginados por la sociedad; pero desconfía profundamente de los anarquistas y terroristas y de las ideologías revolucionarias. La enfermedad de su hija le obliga a trasladarse a Argüelles. Entre 1919 y 1922 Mundo Latino edita las Obras completas de Emilio Carrere, sin duda alguna el poeta más popular de las dos primeras décadas del siglo XX en España. En 1920 es ya oficial administrativo de primera clase. En 1922 publica su novela El sacrificio, sobre la Guerra de Marruecos, y donde se enfrentan dos personajes que representan el pacifismo y el colonialismo, muriendo ambos al final; de todas formas, el enemigo marroquí es visto de forma maniquea. Al año siguiente es nombrado jefe de negociado.La afición al juego y la mala gestión de su economía le fuerzan, sin embargo, a encontrar una fuente de ingresos suplementaria. Esto explica que contemple la dedicación al teatro. Así, a lo largo del año 1927 escribe la zarzuela La novicia de Alcalá que no llegará a estrenarse. El carro de la alegría, sin embargo, se estrena en el Teatro Fuencarral el 8 de julio de 1927. Esta obra no es más que una refundición y transformación en zarzuela de su comedia La canción de la farándula realizada con Valero Martín. Para terminar con este inciso teatral, hay que señalar que en febrero de 1928 se estrena en el teatro Pavón La manola del Portillo, obra de Carrere escrita en colaboración con García Pacheco.En 1929 Don Senén Canido Pardo hace testamento y fallece el 27 de agosto y le deja una sustanciosa herencia que el poeta no sabrá gestionar. A pesar de todo, el dinerole bastará para mudarse a un espléndido piso en la calle de Rosales y para comprarse un automóvil. Carrere se ha vuelto monárquico, como su amigo Juan Puyol, amigo de Juan March. Entra a escribir en Informaciones entre 1935 y 1936, una publicación de ultraderecha adicta a las ideas de Mussolini, financiada por March y dirigida por Puyol, y Carrere se muestra ya activamente antirrepublicano. Tras la guerra civil, su relación proseguirá esta vez a través del diario Madrid. Será esta colaboración en el diario de Pujol la que le dará popularidad en los últimos años de su vida, cuando se relaciona con antiguos requetés como Evaristo Casariego, con hombres de negocios como Larragoiti o con nostálgicos historiadores como Natalio Rivas. Todos ellos integrados en el régimen franquista, como el mismo Carrere. Murió el 30 de abril de 1947. En sus más bellas páginas se juntan el costumbrismo con la decadencia, el sainete con el terror materialista, Madrid con los más sugerentes infiernos, y siempre sus protagonistas son los madrileños más humildes. El silencio que sucedió a su muerte lo convirtió en cierta manera en maldito, pero en vida, como apuntó el crítico Federico Carlos Sainz de Robles en 1971, Carrere era el favorito de las señoras y las porteras, de la gentes del casino y la de las peñas.

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