La noche - Poemas de Salvador Nedy Sardan Orozco
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La noche
Poema publicado el 09 de Julio de 2011
Cubierta con su oscuro manto
salpicado de platinadas estrellas,
la noche misteriosa y bella
me inspira amor y espanto,
a veces le temo, a veces la adoro tanto
La veo junto a mí y a la vez tan lejana,
perdida en el tiempo y la distancia,
guarda su sombra el temor de mi infancia
y el dulce recuerdo de mi primer romance;
y hasta donde la vida me alcance
estará siempre junto a mi ventana.
Ella es mi única compañera,
mi confidente silenciosa,
es terriblemente hermosa,
es mi amiga verdadera
Ella sabe de mis triunfos y fracasos,
es mi cómplice y mi aliada
y aunque nunca me dice nada
yo siento la paz en sus brazos
Mas no se por que razón extraña
tiemblo cuando siento su presencia,
alguna misteriosa creencia
que en mi subconsciente se ensaña
Yo sé bien que algún día
tendré que partir de este mundo,
y en mi lecho de moribundo
estará aún ella conmigo
contemplando mi agonía
Me darán el último adiós
entre congojas y llanto
mis parientes y amigos,
y aunque me quisieron tanto
ya nunca más estarán conmigo
Todos me habrán abandonado
en algún gélido cementerio
y a pesar de tanto misterio
ella estará siempre a mi lado
Poema publicado el 09 de Julio de 2011
Cubierta con su oscuro manto
salpicado de platinadas estrellas,
la noche misteriosa y bella
me inspira amor y espanto,
a veces le temo, a veces la adoro tanto
La veo junto a mí y a la vez tan lejana,
perdida en el tiempo y la distancia,
guarda su sombra el temor de mi infancia
y el dulce recuerdo de mi primer romance;
y hasta donde la vida me alcance
estará siempre junto a mi ventana.
Ella es mi única compañera,
mi confidente silenciosa,
es terriblemente hermosa,
es mi amiga verdadera
Ella sabe de mis triunfos y fracasos,
es mi cómplice y mi aliada
y aunque nunca me dice nada
yo siento la paz en sus brazos
Mas no se por que razón extraña
tiemblo cuando siento su presencia,
alguna misteriosa creencia
que en mi subconsciente se ensaña
Yo sé bien que algún día
tendré que partir de este mundo,
y en mi lecho de moribundo
estará aún ella conmigo
contemplando mi agonía
Me darán el último adiós
entre congojas y llanto
mis parientes y amigos,
y aunque me quisieron tanto
ya nunca más estarán conmigo
Todos me habrán abandonado
en algún gélido cementerio
y a pesar de tanto misterio
ella estará siempre a mi lado
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