El trío casero - Poemas de Miguel Aníbal Perdomo
El trío casero
Poema publicado el 09 de Mayo de 2000
En el múltiple barrio, Jehová nos convocaba hacia la calle Sexta, donde ya
el grueso contrabajo llenaba de sentido la insobornable noche. Borrachos
inconformes ocupaban la acera y el vino despertaba pasiones olvidadas en
todos los sentidos. Por el presente entraba la insondable guitarra con las
cuerdas heridas. Se acercaba temblando al puerto en que flotaban los
egregios lanchones cargados de salitre y las hojas de mangle lavadas por
la lluvia. Ya los grandes rencores viajaban por los arcos, ofreciendo a
las hélices su carta de partida. El whisky, por su parte, apenas si
contaba: aguardaba una oferta o la página en blanco que siempre se
mostraba junto a la frágil borda. El ronco saxofón, borracho,
sinvergüenza, sonsacaba a los panes que surgían de la cesta caliente del
exceso.
Poema publicado el 09 de Mayo de 2000
En el múltiple barrio, Jehová nos convocaba hacia la calle Sexta, donde ya
el grueso contrabajo llenaba de sentido la insobornable noche. Borrachos
inconformes ocupaban la acera y el vino despertaba pasiones olvidadas en
todos los sentidos. Por el presente entraba la insondable guitarra con las
cuerdas heridas. Se acercaba temblando al puerto en que flotaban los
egregios lanchones cargados de salitre y las hojas de mangle lavadas por
la lluvia. Ya los grandes rencores viajaban por los arcos, ofreciendo a
las hélices su carta de partida. El whisky, por su parte, apenas si
contaba: aguardaba una oferta o la página en blanco que siempre se
mostraba junto a la frágil borda. El ronco saxofón, borracho,
sinvergüenza, sonsacaba a los panes que surgían de la cesta caliente del
exceso.
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