Mecanismos viejos - Poemas de LUIS ALBERTO PALACIOS ROMÁN
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Mecanismos viejos
Poema publicado el 22 de Octubre de 2003
Mesa,
rincón de sueños de sonámbulos
albergando medidas
que resultan siendo coordenadas
de entresijos no descifrados.
Silla,
complemento de mesa,
tan maltratada
que está a punto de quedarse
con dos patas.
Se asolean en el campo
que detiene los motores,
así es como se hunden.
Llueven frijoles
y va a cambiar la comida,
esa ausente permanente
que acciona mecanismos viejos.
Siluetas diurnas
empiezan a quemar los libros
que tanto tiempo llevan
acostados sobre la mesa.
La silla por fin se desploma,
y la solución no existe.
Sonido llorón de marimba
que acompaña el kirieleisón.
Tan vanidosos
que se han vuelto los astros,
con sus lentes oscuros
contra la luz,
la grasa se derrama
por sus costados
y fingen no tener relación alguna
con esta pasmante situación.
Nuevo poema complicado
es el que recitan
aquellos que hacen maniobras
en el teatro
de las postales
con vista a la galaxia,
es por eso que hay indiferencia extrema
o crítica despedazativa.
No hay buenos pronósticos
para esta excesiva gordura glíptica
de temas y motivos irracionales,
bacterias,
recámaras,
embudo de afanes
amarrados de las ansias
hijas de lo que no puede ser.
Comunicación embustera y molesta.
Aritos que dicen “ño, ño, ñoco, ñoño”.
Palabras que entienden
los planetoides obesos.
¡hay de aquel (la)
que vaya a entender esto...
que me ayude!
Poema publicado el 22 de Octubre de 2003
Mesa,
rincón de sueños de sonámbulos
albergando medidas
que resultan siendo coordenadas
de entresijos no descifrados.
Silla,
complemento de mesa,
tan maltratada
que está a punto de quedarse
con dos patas.
Se asolean en el campo
que detiene los motores,
así es como se hunden.
Llueven frijoles
y va a cambiar la comida,
esa ausente permanente
que acciona mecanismos viejos.
Siluetas diurnas
empiezan a quemar los libros
que tanto tiempo llevan
acostados sobre la mesa.
La silla por fin se desploma,
y la solución no existe.
Sonido llorón de marimba
que acompaña el kirieleisón.
Tan vanidosos
que se han vuelto los astros,
con sus lentes oscuros
contra la luz,
la grasa se derrama
por sus costados
y fingen no tener relación alguna
con esta pasmante situación.
Nuevo poema complicado
es el que recitan
aquellos que hacen maniobras
en el teatro
de las postales
con vista a la galaxia,
es por eso que hay indiferencia extrema
o crítica despedazativa.
No hay buenos pronósticos
para esta excesiva gordura glíptica
de temas y motivos irracionales,
bacterias,
recámaras,
embudo de afanes
amarrados de las ansias
hijas de lo que no puede ser.
Comunicación embustera y molesta.
Aritos que dicen “ño, ño, ñoco, ñoño”.
Palabras que entienden
los planetoides obesos.
¡hay de aquel (la)
que vaya a entender esto...
que me ayude!
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