Poemas de GUTIERRE DE CETINA
GUTIERRE DE CETINA
GUTIERRE DE CETINA
(1520 – 1557)
De familia noble y acomodada, vivió largo tiempo en Italia, donde fue
soldado a las órdenes de Carlos I. En ese país entró en contacto con la
lírica petrarquista que tanto habría de influir en él; leyó a Tansillo,
Ludovico Ariosto y Pietro Bembo, pero su lírica se inspira
fundamentalmente en la del toscano Francesco Petrarca, en la del
valenciano Ausiàs March y en la del toledano Garcilaso de la Vega. Pasó
mucho tiempo en la corte del príncipe de Ascoli, al que dedicó numerosas
poemas, y frecuentó también a Luis de Leyva y al insigne humanista y poeta
Diego Hurtado de Mendoza. Adoptó el sobrenombre pastoril de Vandalio y
compuso un cancionero petrarquista a una hermosa Laura que cabe
identificar con Laura Gonzaga. A tal dama está dedicado el famoso madrigal
que ha pasado a todas las antologías de la poesía en castellano: "Ojos
claros, serenos, / si por dulce mirar sois alabados, / ¿por qué si me
miráis, miráis airados...?". En este cancionero abundan los sonetos cuya
fórmula consiste esencialmente en la traducción de un pensamiento amoroso
de Ausiàs March o de Petrarca en los cuartetos y un desarrollo posterior
personal en los tercetos.
En 1554 volvió Cetina a España y en 1556 marchó a México, donde ya estuvo
entre 1546 y 1548, con su tío Gonzalo López, que se dirigía allí como
contador general. Allí se enamoró otra vez de una tal Leonor de Osma, y
bajo su ventana fue asesinado por un rival celoso, Hernando de Nava, en
1557 y en Puebla de los Ángeles.
madrigal
Ojos claros, serenos, si de un dulce mirar sois alabados, ¿por qué, si......
horas alegres...
Horas alegres que pasáis volando porque a vueltas del bien mayor mal s...... Esta es la página 1 de un total de 1