Poemas de Josep Carner
Josep Carner
Josep Carner i Puig-Oriol (Barcelona, 9 de febrero de 1884 - Bruselas, 4 de
junio de 1970), fue un poeta, periodista, autor de teatro y traductor catalán.
Es también conocido como el príncipe de los poetas catalanes.
En 1897 entró en la Universidad de Barcelona, donde
descubrió el catalanismo. Obtiene la licenciatura en Derecho y Filosofía. En esa
época colaboró en Montserrat y La Atlántida, entre otras revistas. Dirigió
Catalunya2 (1903-1905), 'Empori (1907-1908) y Catalunya (1913-1914). En 1911 fue
designado miembro de la Sección Filológica del Instituto de Estudios Catalanes,
y colaboró con Pompeu Fabra en la fijación y el enriquecimiento de la lengua.
A principios del siglo XX se incorporó al periódico La Veu de Catalunya, donde
escribió hasta 1928. En 1915 contrajo matrimonio con la chilena Carmen de Ossa,
con la que tuvo dos hijos: Anna Maria y Josep.
Fue un renovador de la poesía, de la lengua y de la prosa. Creó un nuevo estilo
de periodismo político. Junto a Enric Prat de la Riba, en la Mancomunidad, luchó
por la profesionalización de la literatura catalana, que consideraba
adolescente. Después de la muerte de áquel, en 1920, Carner se presentó en
Madrid a unas oposiciones al cuerpo consular y, en marzo de 1921, ingresó en la
carrera diplomática. Partió de España hacia Génova para instalarse allí con toda
la familia como vicecónsul español. Ejerció cargos en Génova, San José de Costa
Rica, La Haya, Hendaya, Beirut, Bruselas y París. Durante la guerra civil
española se mantuvo fiel a la República y no volvió a residir en Cataluña.
Fue uno de los pocos diplomáticos que se mantuvo fiel a la República. Por ello
en 1939 su alejamiento de Cataluña fue forzado. Se casa con la profesora y
crítica literaria belga Émilie Noulet, su segunda esposa, y emprende el camino
del exilio, primero a México (de 1939 a 1945), donde fue profesor en el Colegio
de México, y después a Bélgica.
Obra poética [editar]Josep Carner fue el primer poeta moderno de Cataluña. En
sus poesías une la tradición clásica y trovadora de Petrarca con su talento
individual que le permite conseguir una perfección gramatical y jugar mucho con
la lengua. Une todas las tradiciones pero está más cercano a la didáctica del
siglo XVIII.
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