El borracho - Poemas de Gerardo Solis Trinidad
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El borracho
Poema publicado el 02 de Junio de 2017
Se levantó de repente con el cerebro aturdido
No se acordaba de nada, de lo que había sucedido
Se levantó lentamente su cuerpo no respondía
Fue por causa del vino, que él había consumido.
Todo fue tan de repente, que aquella noche paso
En un arranque de Ira, a su amigo asesino
Una discusión desbordada por culpa de una mujer
Le dio un balazo en el pecho, nadie se lo imagino.
Nunca quiso escuchar y a su amigo reclamaba
Que la mujer aquella, siempre lo había traicionado
Que ante el mejor postor sus placeres entregaba.
Que tenía el corazón de piedra, y también envenenado
Su amigo siempre lo supo y no quiso decir nada
Trataba de protegerlo que su alma envenenara
Ella no vale la pena le decía en sus borracheras
No quería causarle penas y su vida destrozara.
Todo el daño que ha causado ya no quiere ni pensar
A Dios le pide perdone por su manera de actuar
Se ha consumido en el vicio, como una hoja en el viento
Vaga siempre por las calles, borracho en su caminar.
Ya pasaron muchas lunas bajo ese cielo estrellado
Se ve vagar al muchacho con el pecho destrozado
Se refugió en el alcohol todo el tiempo anda borracho
Su cuerpo sigue vagando, con el corazón marcado.
Dicen que el alcohol sirve, para curar las heridas.
Pero nunca las del alma, cuando se encuentra perdida
Se bebe el agua por agua cuando la sed es de vida
Y bebes vino por vino, sin que te duela una Herida.
Poema publicado el 02 de Junio de 2017
Se levantó de repente con el cerebro aturdido
No se acordaba de nada, de lo que había sucedido
Se levantó lentamente su cuerpo no respondía
Fue por causa del vino, que él había consumido.
Todo fue tan de repente, que aquella noche paso
En un arranque de Ira, a su amigo asesino
Una discusión desbordada por culpa de una mujer
Le dio un balazo en el pecho, nadie se lo imagino.
Nunca quiso escuchar y a su amigo reclamaba
Que la mujer aquella, siempre lo había traicionado
Que ante el mejor postor sus placeres entregaba.
Que tenía el corazón de piedra, y también envenenado
Su amigo siempre lo supo y no quiso decir nada
Trataba de protegerlo que su alma envenenara
Ella no vale la pena le decía en sus borracheras
No quería causarle penas y su vida destrozara.
Todo el daño que ha causado ya no quiere ni pensar
A Dios le pide perdone por su manera de actuar
Se ha consumido en el vicio, como una hoja en el viento
Vaga siempre por las calles, borracho en su caminar.
Ya pasaron muchas lunas bajo ese cielo estrellado
Se ve vagar al muchacho con el pecho destrozado
Se refugió en el alcohol todo el tiempo anda borracho
Su cuerpo sigue vagando, con el corazón marcado.
Dicen que el alcohol sirve, para curar las heridas.
Pero nunca las del alma, cuando se encuentra perdida
Se bebe el agua por agua cuando la sed es de vida
Y bebes vino por vino, sin que te duela una Herida.
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