Nadie mira - Poemas de ELÍAS LETELIER
Nadie mira
Poema publicado el 06 de Febrero de 2009
Levanté hasta mis sienes
los gritos alucinantes de la foresta
y amargo se ha hecho el día:
la metralleta me quema la cintura, corroe
y sin ser nada,
soy todo silencio
y dolor.
Lloré en la selva
y en la noche,
la sal acumuló su floristería,
que la flor cáctea,
de cuando en cuando en su loto enciende
y arrima sobre su polen
y muere.
Alguien quiere cantar entre sollozos,
alguien orina sobre la herida que lamió;
alguien oculta los rastros de los muertos
y todos saben que nadie mira.
Reincidí en mi ausencia,
como venido de un largo viaje anónimo,
y a mis pies vi una raíz
adquiriendo la figura de una espada.
Poema publicado el 06 de Febrero de 2009
Levanté hasta mis sienes
los gritos alucinantes de la foresta
y amargo se ha hecho el día:
la metralleta me quema la cintura, corroe
y sin ser nada,
soy todo silencio
y dolor.
Lloré en la selva
y en la noche,
la sal acumuló su floristería,
que la flor cáctea,
de cuando en cuando en su loto enciende
y arrima sobre su polen
y muere.
Alguien quiere cantar entre sollozos,
alguien orina sobre la herida que lamió;
alguien oculta los rastros de los muertos
y todos saben que nadie mira.
Reincidí en mi ausencia,
como venido de un largo viaje anónimo,
y a mis pies vi una raíz
adquiriendo la figura de una espada.
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