Partir - Poemas de EDEL MORALES
Partir
Poema publicado el 08 de Agosto de 2007
Ya para entonces me había dado cuenta
de que buscar era mi signo.
J. CORTÁZAR.
Fiel a su manía de partir,
el niño que fui me azota el costado.
Estoy ante el espejo
y nadie entiende mi ahogo:
por qué recorro la casa, abro las ventanas,
y el aire sigue detenido.
Duele mucho este silencio:
la leyenda de puertas tapiadas
que no dice nada de mí,
y el tiempo paciente moviendo su garrote.
No puedo cortar el corazón y ponerlo en la sala
a que incite el hambre de los visitadores:
siempre el sol,
con sus figuras veloces sobre las lajas del patio,
trae a mis tardes de abril la inquietante belleza
y la cruda eternidad del cambio.
Quiero arder en un final que parezca aventura
y despierte aquella voz de antaño,
cuando burlaba las vigilancias mejor establecidas.
Quemante, bueno y fiel a su manía de partir,
el niño que fui sonríe, dice adiós, azota gustoso mi costado.
Y las lajas del patio comienzan su largo incendio:
una curación más palpable que cualquier cicatriz.
Poema publicado el 08 de Agosto de 2007
Ya para entonces me había dado cuenta
de que buscar era mi signo.
J. CORTÁZAR.
Fiel a su manía de partir,
el niño que fui me azota el costado.
Estoy ante el espejo
y nadie entiende mi ahogo:
por qué recorro la casa, abro las ventanas,
y el aire sigue detenido.
Duele mucho este silencio:
la leyenda de puertas tapiadas
que no dice nada de mí,
y el tiempo paciente moviendo su garrote.
No puedo cortar el corazón y ponerlo en la sala
a que incite el hambre de los visitadores:
siempre el sol,
con sus figuras veloces sobre las lajas del patio,
trae a mis tardes de abril la inquietante belleza
y la cruda eternidad del cambio.
Quiero arder en un final que parezca aventura
y despierte aquella voz de antaño,
cuando burlaba las vigilancias mejor establecidas.
Quemante, bueno y fiel a su manía de partir,
el niño que fui sonríe, dice adiós, azota gustoso mi costado.
Y las lajas del patio comienzan su largo incendio:
una curación más palpable que cualquier cicatriz.
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