La travesía - Poemas de Waldo Rojas
La travesía
Poema publicado el 09 de Mayo de 2002
(Mediodía de domingo en el cementerio Père Lachaise)
“No sé quién seas, pero no apartes todavía tus manos
de mis ojos,
prolonga mi ceguera imprevista y la vacilación de mi pie
sobre el empedrado inconcluso.
Por entre el laberinto de las criptas
bajo la fronda y el señuelo o la licencia de los trinos,
escucha conmigo el tribunal bullicioso y tajante de los mirlos
por encima del respiro en suspenso de estos nombres de cuerpos
ya improbables disueltos en la cifra de una brevedad estanca:
signos tallados sobre las lápidas prolijas
cual enseñas de un comercio inútil.
Quienquiera que seas, guía mi deriva por un atajo tácito
a través de la Ciudadela de encrucijadas recíprocas,
la del sabor de erosión de los encomios, de las divisas desvalidas
ganadas por el musgo.
Advierte en la profusión de las ofrendas un tributo magro.
Desatiende el temblor recluido en mi silencio
y adiestra aún mis párpados a rehuir una vez más el hallazgo de
tu rostro, la llaga de tu soplo”.
Poema publicado el 09 de Mayo de 2002
(Mediodía de domingo en el cementerio Père Lachaise)
“No sé quién seas, pero no apartes todavía tus manos
de mis ojos,
prolonga mi ceguera imprevista y la vacilación de mi pie
sobre el empedrado inconcluso.
Por entre el laberinto de las criptas
bajo la fronda y el señuelo o la licencia de los trinos,
escucha conmigo el tribunal bullicioso y tajante de los mirlos
por encima del respiro en suspenso de estos nombres de cuerpos
ya improbables disueltos en la cifra de una brevedad estanca:
signos tallados sobre las lápidas prolijas
cual enseñas de un comercio inútil.
Quienquiera que seas, guía mi deriva por un atajo tácito
a través de la Ciudadela de encrucijadas recíprocas,
la del sabor de erosión de los encomios, de las divisas desvalidas
ganadas por el musgo.
Advierte en la profusión de las ofrendas un tributo magro.
Desatiende el temblor recluido en mi silencio
y adiestra aún mis párpados a rehuir una vez más el hallazgo de
tu rostro, la llaga de tu soplo”.
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