Fuiste tu...gra - Poemas de Santiago Oreggia
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Fuiste tu...gra
Poema publicado el 22 de Octubre de 2009
Cuando llegaste a mi...
me hallaba en el infierno,
Fuiste tu Gra
Mi dulce y bello bebe que
con tus palabras, tus caricias, tus besos,
tu pasión alucinante me regresaste,
a ese purpuro estado de felicidad
que solo puede manifestarnos el amor.
Cuando llegaste a mi...
mis días opacos acabaron para siempre.
Fuiste tu Gra
Quien me envolvió en el encanto de tu magia,
haciéndome traspasar las fronteras de la existencia
elevándome a los fuegos sagrados del amor.
Cuando llegaste a mi...
me transformaste la vida para siempre,
Fuiste tu Gra.
Quien me enseño a amarte en la forma que te amo,
cuidándote, mimándote, protegiéndote,
viviendo cada segundo exclusivamente para vos,
regalándote rosas preñadas de los aromas de mi corazón
venerándote con lo mas sublime y profundo de mi ser,
mi amor eterno por ti.
Cuando llegaste a mi...
Me entregue a ti como jamás a nadie en la vida.
Fuiste tu Gra.
Que sin embargo,
hace un tiempo con tu partida,
me sumergiste en el ocaso profundo
del sufrimiento apocalíptico insensible del corazón,
transportándome a un mundo espeluznante de dolor,
en donde mi espíritu deambula por los mares del silencio
producto de tu ausencia
Cuando llegaste a mi,
Prometí amarte Pesenti, hasta la eternidad,
como lo hago a cada instante.
Fuiste tu Gra.
Quien por proseguir amándote en silencio,
sin poseerte, con un amor celical
preocupándome por ti,
desde las sombras de mi dolor,
Sin nunca, “jamás” perder la esperanza
de tu regreso...
Hoy me expresas que soy
“egoísta”
que solo pienso en mi
por continuar amándote así
Cuando llegaste a mi,
Fuiste tu Gra.
Quien a través de tantos años
me enseño amarte así,
incondicional, sin nunca pedirte nada.
¿No lo recordas?
¿Crees que alguien puede
quererte así porque si?
¿Quién es mas egoísta?
¿tu, yo,
o nuestro versátil infinito interior
impregnado por la insensatez de nuestros actos?
Cuando llegaste a mi,
Fuiste tu Gra
Solo tu, quien me enseño amarte así,
Eternamente, egoístamente,
Desde tus pies a tu soledad.
Reservados todos los derechos Santiago Oreggia©
Poema publicado el 22 de Octubre de 2009
Cuando llegaste a mi...
me hallaba en el infierno,
Fuiste tu Gra
Mi dulce y bello bebe que
con tus palabras, tus caricias, tus besos,
tu pasión alucinante me regresaste,
a ese purpuro estado de felicidad
que solo puede manifestarnos el amor.
Cuando llegaste a mi...
mis días opacos acabaron para siempre.
Fuiste tu Gra
Quien me envolvió en el encanto de tu magia,
haciéndome traspasar las fronteras de la existencia
elevándome a los fuegos sagrados del amor.
Cuando llegaste a mi...
me transformaste la vida para siempre,
Fuiste tu Gra.
Quien me enseño a amarte en la forma que te amo,
cuidándote, mimándote, protegiéndote,
viviendo cada segundo exclusivamente para vos,
regalándote rosas preñadas de los aromas de mi corazón
venerándote con lo mas sublime y profundo de mi ser,
mi amor eterno por ti.
Cuando llegaste a mi...
Me entregue a ti como jamás a nadie en la vida.
Fuiste tu Gra.
Que sin embargo,
hace un tiempo con tu partida,
me sumergiste en el ocaso profundo
del sufrimiento apocalíptico insensible del corazón,
transportándome a un mundo espeluznante de dolor,
en donde mi espíritu deambula por los mares del silencio
producto de tu ausencia
Cuando llegaste a mi,
Prometí amarte Pesenti, hasta la eternidad,
como lo hago a cada instante.
Fuiste tu Gra.
Quien por proseguir amándote en silencio,
sin poseerte, con un amor celical
preocupándome por ti,
desde las sombras de mi dolor,
Sin nunca, “jamás” perder la esperanza
de tu regreso...
Hoy me expresas que soy
“egoísta”
que solo pienso en mi
por continuar amándote así
Cuando llegaste a mi,
Fuiste tu Gra.
Quien a través de tantos años
me enseño amarte así,
incondicional, sin nunca pedirte nada.
¿No lo recordas?
¿Crees que alguien puede
quererte así porque si?
¿Quién es mas egoísta?
¿tu, yo,
o nuestro versátil infinito interior
impregnado por la insensatez de nuestros actos?
Cuando llegaste a mi,
Fuiste tu Gra
Solo tu, quien me enseño amarte así,
Eternamente, egoístamente,
Desde tus pies a tu soledad.
Reservados todos los derechos Santiago Oreggia©
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