Silfide - Poemas de Miriam Brandan
Silfide
Poema publicado el 21 de Septiembre de 2002
Ella camina sigilosa por el bosque,
Sus pies descalzos, casi flotan en la grama,
Y se desliza suavemente entre las ramas retorcidas
Que aunque quisieran, no pueden tocar su cara.
Plateados rayos de luna juguetean
Entre los pliegues de seda de su falda,
Y sus cabellos renegridos, como hilos de la noche,
En vano tratan de ocultar su esbelta espalda.
Sus tibias manos acarician las retamas,
Los aguijones de las zarzas, no la dañan,
Y al suave toque de sus dedos, florecen rojos los enebros
Y el bosque entero, se rinde bajo sus plantas.
Cuando anochece y el sol huye, no se adonde,
Por la ventana de mi cuarto, ella se escapa,
Y mientras yo quedo dormida, mi alma busca compañia
Entre las silfides que por el bosque vagan.
Poema publicado el 21 de Septiembre de 2002
Ella camina sigilosa por el bosque,
Sus pies descalzos, casi flotan en la grama,
Y se desliza suavemente entre las ramas retorcidas
Que aunque quisieran, no pueden tocar su cara.
Plateados rayos de luna juguetean
Entre los pliegues de seda de su falda,
Y sus cabellos renegridos, como hilos de la noche,
En vano tratan de ocultar su esbelta espalda.
Sus tibias manos acarician las retamas,
Los aguijones de las zarzas, no la dañan,
Y al suave toque de sus dedos, florecen rojos los enebros
Y el bosque entero, se rinde bajo sus plantas.
Cuando anochece y el sol huye, no se adonde,
Por la ventana de mi cuarto, ella se escapa,
Y mientras yo quedo dormida, mi alma busca compañia
Entre las silfides que por el bosque vagan.
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