Guatemala - Poemas de Juan Carlos Ayala
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Guatemala
Poema publicado el 29 de Mayo de 2011
GUATEMALA
(Juan Carlos Ayala)
Te veo callada,
pensativa y triste,
tus entrañas sangran,
son tus recursos que se van
para no volver;
aquellos, migajas dejan
mas de nada servirán;
son tus niños, mis hermanos,
que tienen hambre
sin nada que comer,
tendrán que morir para poder vivir
más la enajenación de sobrepeso.
Tus ojos, rios secos,
ya no tienen lágrimas
de tanto llorar,
las estepas se acaban
y tu primavera agoniza;
aquellos días, que te vi reir,
que te vi soñar, me parecen
tan lejanos y difíciles de revivir,
como buscar una estrella
en un cielo gris
disfrazado de invierno.
Cómo decirte que todo estará bien
cuando naufragas en el mar de la incredulidad,
tu sociedad simplemente tiene figura humana.
Cómo hacer ese teatro,
cuando no soy actor, ni poeta,
simplemente soy tu hijo
que te habla con la puerta abierta
desde su cuarto oscuro.
Te escribo, y no sabes leer;
te explico, y no entiendes;
no dejo de hacerlo, soy un terco,
lo sé, te amo es la razón.
Poema publicado el 29 de Mayo de 2011
GUATEMALA
(Juan Carlos Ayala)
Te veo callada,
pensativa y triste,
tus entrañas sangran,
son tus recursos que se van
para no volver;
aquellos, migajas dejan
mas de nada servirán;
son tus niños, mis hermanos,
que tienen hambre
sin nada que comer,
tendrán que morir para poder vivir
más la enajenación de sobrepeso.
Tus ojos, rios secos,
ya no tienen lágrimas
de tanto llorar,
las estepas se acaban
y tu primavera agoniza;
aquellos días, que te vi reir,
que te vi soñar, me parecen
tan lejanos y difíciles de revivir,
como buscar una estrella
en un cielo gris
disfrazado de invierno.
Cómo decirte que todo estará bien
cuando naufragas en el mar de la incredulidad,
tu sociedad simplemente tiene figura humana.
Cómo hacer ese teatro,
cuando no soy actor, ni poeta,
simplemente soy tu hijo
que te habla con la puerta abierta
desde su cuarto oscuro.
Te escribo, y no sabes leer;
te explico, y no entiendes;
no dejo de hacerlo, soy un terco,
lo sé, te amo es la razón.
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