Mientras llueve bajo la noche negra - Poemas de Humberto Vinueza
Mientras llueve bajo la noche negra
Poema publicado el 14 de Febrero de 2001
Mientras llueve bajo la noche negra
ranas pares croan tentando a ranas nones.
Escribo versos silenciosos
para desemparejar el tiempo de la puerta
y la puerta del deseo
y simular que entre sábanas o páginas de un libro
la lluvia trae la textura de todos los encuentros.
Pareja es la única palabra
o tibieza de ave
que no se equipara con su ausencia.
Al volver a verte
ella sufre por haberte visto con su misma mirada
que suele anticipar indicios de jamás retorno.
Más sufre porque sin pensar la miras
y sin mirar la piensas distraído de tu mente.
Al presentirla se presenta sin aparecer.
Desaparece al turbarte con sus sombras superpuestas
una detrás de otra
debajo de conjuntos lejanos y cinemagnéticos
del deseo del sentido de las grandes esperas.
Al volver a verte
ella se entrega al trance en abreviatura de promedio
a los crispamientos del centro en todas partes
a mirar el camino recorrido y cicatrizar con clara y yema
el silbo que tejes en el aire.
Tú intentas la belleza. Ella el juego.
Poema publicado el 14 de Febrero de 2001
Mientras llueve bajo la noche negra
ranas pares croan tentando a ranas nones.
Escribo versos silenciosos
para desemparejar el tiempo de la puerta
y la puerta del deseo
y simular que entre sábanas o páginas de un libro
la lluvia trae la textura de todos los encuentros.
Pareja es la única palabra
o tibieza de ave
que no se equipara con su ausencia.
Al volver a verte
ella sufre por haberte visto con su misma mirada
que suele anticipar indicios de jamás retorno.
Más sufre porque sin pensar la miras
y sin mirar la piensas distraído de tu mente.
Al presentirla se presenta sin aparecer.
Desaparece al turbarte con sus sombras superpuestas
una detrás de otra
debajo de conjuntos lejanos y cinemagnéticos
del deseo del sentido de las grandes esperas.
Al volver a verte
ella se entrega al trance en abreviatura de promedio
a los crispamientos del centro en todas partes
a mirar el camino recorrido y cicatrizar con clara y yema
el silbo que tejes en el aire.
Tú intentas la belleza. Ella el juego.
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