Tierra de ensueño - Poemas de Héctor José Corredor Cuervo
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Tierra de ensueño
Poema publicado el 12 de Abril de 2009
Tierra de ensueño y de riqueza
creada por el Señor cual paraíso
para que viva en paz y sin pobreza
el blanco, el negro, el indio y el mestizo.
Patria del carnaval y de la Samba,
donde brilla con el sol la fantasía
para mostrarle al universo una cara
embriagada de amor y de alegría.
País de mitos y romance campesino
donde alumbran luceros en el alba,
donde se siente el cariño del vecino
y el beso de pasión en cuerpo y alma.
En exóticas selvas de sin par belleza
duerme el hierro, el diamante, el oro,
en espera del hombre con grandeza
que despierte con el clarín sonoro.
De blancas olas, que golpean riberas,
salen sirenas bellas a disfrutar del sol
las que se mueven con ritmo de palmeras
bronceadas como fino metal en un crisol.
De la meseta y de región andina
brotan las fuentes cual sistema nervioso
las que llevan en venas el agua cristalina
al río Amazonas, del mundo caudaloso.
¡Oh tierra grata y del delfín rosado!,
que atrapa con afecto al visitante,
yo quisiera luchar como un soldado
y morir por la unión en un instante.
Poema publicado el 12 de Abril de 2009
Tierra de ensueño y de riqueza
creada por el Señor cual paraíso
para que viva en paz y sin pobreza
el blanco, el negro, el indio y el mestizo.
Patria del carnaval y de la Samba,
donde brilla con el sol la fantasía
para mostrarle al universo una cara
embriagada de amor y de alegría.
País de mitos y romance campesino
donde alumbran luceros en el alba,
donde se siente el cariño del vecino
y el beso de pasión en cuerpo y alma.
En exóticas selvas de sin par belleza
duerme el hierro, el diamante, el oro,
en espera del hombre con grandeza
que despierte con el clarín sonoro.
De blancas olas, que golpean riberas,
salen sirenas bellas a disfrutar del sol
las que se mueven con ritmo de palmeras
bronceadas como fino metal en un crisol.
De la meseta y de región andina
brotan las fuentes cual sistema nervioso
las que llevan en venas el agua cristalina
al río Amazonas, del mundo caudaloso.
¡Oh tierra grata y del delfín rosado!,
que atrapa con afecto al visitante,
yo quisiera luchar como un soldado
y morir por la unión en un instante.
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