¿Quién somos? Los magníficos restos de la especie,
sacerdotes de ruinas, vastas y frustrantes.
Proseguimos bañados de cenizas y fétidas
memorias, en comunión con el dolor infatigable.
Sumamos a los millares los lamentos de las divinidades,
féretro de peregrinos, mórbida cosecha
de cadáveres. En la isla entera nada se revela
que no sea la gran catarsis del vacío.
Todos los recuerdos alucinan, no hay dónde
olvidar el sufrimiento y los dolores humanos.
Sangra el encino de los celtas, el árbol cósmico
sumeriano, el jícaro del popol-vuh y el despreciado
ficus-benjamina del noreste brasileño. Decaen
las ciudades con el retraimiento de sus árboles
Solamente a Nergal tocaría el amor de Eresquigal.
Somos los magníficos trapos encharcados
de aceite y lodo. Invocados, una vez más seremos
el nacimiento y la caída. Abismos discontinuos.
Traducidos al español por Benjamín Valdivia
À SOMBRA DA ORIGEM
Quem somos? Os magníficos restos da espécie,
sacerdotes de ruínas, vastas e frustrantes?
Prosseguimos banhados de cinzas e fétidas
memórias, em comunhão com a dor infatigável.
Somamos aos milhares os lamentos das divindades,
féretro de peregrinos, mórbida colheita de cadáveres.
Na ilha inteira, nada se revela que não seja a grande catarse
do vazio. Todas as lembranças alucinam,
não há onde esquecer o sofrimento e as dores humanas.
Sangra o carvalho dos celtas, a árvore cósmica
sumeriana, o jícaro do popol-vuh e o desprezado
fícus-benjamim do nordeste brasileiro.
Decaem as cidades com o degredo de suas árvores.
Somente a Nergal caberia o amor de sua Eresquigal.
Somos os magníficos trapos encharcados
de óleo e argila. Invocados, uma vez mais seremos
o nascimento e a queda. Abismos descontínuos.
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