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Poemas de DULCE MARÍA LOYNAZ

DULCE MARÍA LOYNAZ
DULCE MARÍA LOYNAZ (1903 – 1997) Nació en La Habana. Hija del general del Ejército Libertador Enrique Loynaz del Castillo y hermana del poeta Enrique Loynaz Muñoz. De joven estudió bajo tutores selectos sin tener que salir de su hogar. Publicó, a los diez y siete años, sus primeros poemas en La Nación, en 1920, año en el que también visita a los Estados Unidos y casi toda Europa. En 1927 pasó los exámenes del doctorado en Derecho Civil, por la Universidad de la Habana, profesión que practicó, aunque a desganas, durante su vida adulta, pero que dejó de ejercer en 1961. En 1950 publicó crónicas semanales en El País y Excélsior. También tiene colaboraciones en Social, Grafos, Diario de la Marina, El Mundo, Revista Cubana, Revista Bimestre Cubana, Orígenes. Invitada por la Universidad de Salamanca, asistió a la celebración del V centenario del nacimiento de los Reyes Católicos (1953). Fue electa miembro de la Academia Nacional de Artes y Letras en 1951, de la Academia Cubana de la Lengua en 1959 y de la Real Academia Española de la Lengua en 1968. Ha ofrecido conferencias y lecturas, tanto en Cuba, como en Hispanoamérica y en España. Ha recibido muchos premios, entre los que podemos mencionar: Orden Carlos Manuel de Céspedes, Orden Félix Varela, Distinción por la Cultura Nacional y Medalla Alejo Carpentier (Cuba) y Orden de Alfonso X el Sabio (España). Fue galardonada con el Premio Nacional de la Literatura (1987), Premio de la Crítica (1991) y Premio Miguel de Cervantes (1992). Murió en la Habana en 1997. Aquí presentamos una selección de sus poemas sacados del libro titulado Versos y, entre ellos, como colofón, escogimos quizás el poema más famoso de la colección, “Canto a la mujer estéril”.

el perdedor
 
 
Has perdido jugando una canción: Yo te la iré a busc......
la hormiga
 
 
BR/>La miel guardé y se me agrió la miel: BR/>-Mariposa con sed junt......
ultimos días de una casa (parte 2)
 
 
Otro día ha pasado y nadie se me acerca. Me siento ya una casa enferma......
poema lxii (sobre mi boca está tu mano)
 
 
Sobre mi boca está tu mano; tu mano tibia, dura Infinitamente dulce. (......
la hora
 
 
Si crees que ya es hora despiértame del sueño en que te sueño, corta e......
poema xcvii (señor mío: tú me diste)
 
 
Señor mío: Tú me diste estos ojos; dime dónde he de volverlos en esta ......
el nino quiere jugar
 
 
Para que el niño de los ojos mansos juegue arranqué del jardín mis r......
mujer y mar
 
 
Eché mi esperanza al mar y aún fue en el mar, mi esperanza v......
al desconfiado
 
 
Echa tu red en mi alma: Tengo también, debajo de la sal y de la sombra......
poema cxvii (poesía y amor piden paciencia)
 
 
Poesía y amor piden paciencia. Amor es espera y sajadura. Poesía es sa......
la mujer de humo
 
 
Hombre que me besas, hay humo en tus labios. Hombre que me ciñes, ......
marinero de rostro oscuro
 
 
Marinero de rostro oscuro, llévame en tu barca esta noche...¡Y no me d......
tierra cansada
 
 
La tierra se va cansando, la rosa no huele a rosa. La tierra se va......
tegernaria doméstica (araña común)- lección primera
 
 
La Araña gris de tiempo y de distancia tiende su red al mar quieto del......
lourdes
 
 
Esta muchacha esta pintada en un papel de arroz que es transparent......
poema cxiv (el mundo entero)
 
 
El mundo entero se me ha quedado vacío, dejado por los hombres que se ......
bombix mori (gusano de seda)-lección séptima
 
 
Él se crea su mundo y se lo cierra: (¡Sueña en romperlo pronto con dos......
naufragio
 
 
Ay qué nadar de alma es este mar! ¡Qué bracear de náufrago y qué hundi......
en mi verso soy libre
 
 
En mi verso soy libre: él es mi mar. Mi mar ancho y desnudo de horizo......
la canción del amor olvidado
 
 
Para el amor más olvidado cantaré esta canción: No para el que humedec......
poema xcviii (cuántos pájaros ahogados)
 
 
Cuántos pájaros ahogados en mi sangre, sin estrenar sus alas en el air......
el madrigal de la muchacha coja
 
 
Era coja la niña. Y aquella su cojera era ......
manantial
 
 
Agua recién nacida, que brotas de la piedra sin tocar el suelo todavía......
la sonrisa
 
 
Viendo allí todavía la sonrisa de aquel Cristo tan pálido yo estaba......
ultimos días de una casa (parte 3)
 
 
La hora de mi dicha no ha durado una hora siquiera. Ellos vinieron, sí......
ana belinda
 
 
Donde tú estás, están la paz y el sueño. No más noches de......
poema lxxviii (echa tu red)
 
 
Echa tu red en mi alma. Tengo también debajo de la sal y de la sombra ......
vino negro
 
 
Ya no hablaré más nunca: Seré menos que el cisne, no dando a la vida n......
el juego de la muerte
 
 
Tu mano dura, rígida, apretando... Apretando, apretando hasta exprimir......
poema civ (la luna entre los platanales desgarrados)
 
 
La luna entre los platanales desgarrados tiene esta noche una infinita......

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