El niño de un cortejo - Poemas de Dante Franco Córdova Martínez
El niño de un cortejo
Poema publicado el 16 de Abril de 2005
El día estaba nublado,
frío, melancólico, triste,
en lo alto las nubes
presagiaban regar su llanto,
envuelta en manto de bruma,
y gotas de linfa clara.
Las calles de aquel poblado,
se hallaban siempre sombrías,
pues era un pueblo muy pobre,
cubierto de polvo y olvido.
En un callejón de tantos,
se pudo ver mucha gente,
pude advertir al instante,
se trataba de un cortejo,
porque ninguno quedaba,
sin vestir ropa de luto.
Se acercaban muy despacio,
cabizbajos, murmurando
entre sus labios mustios,
oraciones y lamentos de pesar.
En medio de aquel dolor,
se oía llorar a un niño,
gritaba desesperado...
no Dios mío, no la lleves,
no me quites te suplico,
no arrebates mi alegría
privándome su calor,
no ves que soy pequeño
y necesito sus cuidados,
sus caricias, su ternura.
¿Por qué tan pronto la llevas
a mi madre que yo adoro,
no seas injusto Dios mío,
por qué a mi madre, por qué?
Poema publicado el 16 de Abril de 2005
El día estaba nublado,
frío, melancólico, triste,
en lo alto las nubes
presagiaban regar su llanto,
envuelta en manto de bruma,
y gotas de linfa clara.
Las calles de aquel poblado,
se hallaban siempre sombrías,
pues era un pueblo muy pobre,
cubierto de polvo y olvido.
En un callejón de tantos,
se pudo ver mucha gente,
pude advertir al instante,
se trataba de un cortejo,
porque ninguno quedaba,
sin vestir ropa de luto.
Se acercaban muy despacio,
cabizbajos, murmurando
entre sus labios mustios,
oraciones y lamentos de pesar.
En medio de aquel dolor,
se oía llorar a un niño,
gritaba desesperado...
no Dios mío, no la lleves,
no me quites te suplico,
no arrebates mi alegría
privándome su calor,
no ves que soy pequeño
y necesito sus cuidados,
sus caricias, su ternura.
¿Por qué tan pronto la llevas
a mi madre que yo adoro,
no seas injusto Dios mío,
por qué a mi madre, por qué?
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