Meditacion del año nuevo - Poemas de Antonio R Munguia
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Meditacion del año nuevo
Poema publicado el 12 de Marzo de 2011
Los prístinos tiempos de nuestra existencia
Reviven con cantos dulces cual la miel,
Cuando el calendario su andar recomienza
Con un nuevo Enero,
Con un nuevo Rey…
El amor de hermanos renace en la tierra
Augurios de vida, de salud,
De ver
Por aquellos seres que Dios con paciencia
Espera que amemos igual que lo hace Él.
La victoria ajena se vuelve la meta:
Que el éxito brille para todo aquél
Cuya mano amiga,
Si sufrimos pena,
Con cristiana fuerza nos sostuvo en pie.
Un sueño es la vida y es como una estrella
Que alumbra por ciclos con suave vaivén.
El triunfo ahora pende
De una fina seda
Que a diario tejemos para la vejez.
Busquemos sonrisas al ir por la acera
Del tiempo que vuelve su rueda a mover,
Son más que el dinero, las que con franqueza
Nos abren las puertas del mágico Edén.
Dios ha de estar siempre como angular piedra
Sosteniendo el cerco que a veces es cruel,
Al franquear peligros con saña que aterra
Segundo a segundo de incierto quehacer.
Con cúmulo enorme de sana vivencia
Llegamos al borde del anual dintel,
Deseándonos todos la mutua y sincera
Paz en la esperanza con amor y fe…
Poema publicado el 12 de Marzo de 2011
Los prístinos tiempos de nuestra existencia
Reviven con cantos dulces cual la miel,
Cuando el calendario su andar recomienza
Con un nuevo Enero,
Con un nuevo Rey…
El amor de hermanos renace en la tierra
Augurios de vida, de salud,
De ver
Por aquellos seres que Dios con paciencia
Espera que amemos igual que lo hace Él.
La victoria ajena se vuelve la meta:
Que el éxito brille para todo aquél
Cuya mano amiga,
Si sufrimos pena,
Con cristiana fuerza nos sostuvo en pie.
Un sueño es la vida y es como una estrella
Que alumbra por ciclos con suave vaivén.
El triunfo ahora pende
De una fina seda
Que a diario tejemos para la vejez.
Busquemos sonrisas al ir por la acera
Del tiempo que vuelve su rueda a mover,
Son más que el dinero, las que con franqueza
Nos abren las puertas del mágico Edén.
Dios ha de estar siempre como angular piedra
Sosteniendo el cerco que a veces es cruel,
Al franquear peligros con saña que aterra
Segundo a segundo de incierto quehacer.
Con cúmulo enorme de sana vivencia
Llegamos al borde del anual dintel,
Deseándonos todos la mutua y sincera
Paz en la esperanza con amor y fe…
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