Al pie de mis tumbas - Poemas de Antonio R Munguia
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Al pie de mis tumbas
Poema publicado el 09 de Septiembre de 2012
Los versos del poeta son la carta
dirigida a sí mismo hacia el futuro,
sin importar que en lentitud o apuro
la muerte llega y del sufrir lo aparta.
Su mensaje cifrado en poesías
lo habrá de interpretar a su regreso.
Será su guía al emprender con seso
un nuevo plan de muchas travesías.
Los errores de ayer podrá sensato
evitar en su vida renovada,
y su alma con sapiencia reencarnada
vivirá asida al celestial mandato.
De espiritual matiz su nueva esencia
lo ayudará a evitar que a la deriva
camine sin la brújula intuitiva
de la senda aceptada en sacra audiencia.
Es en el nuevo plan que sus poemas
como carta de ayer le dan la pauta
para forjar el alma que fue incauta
en la vida anterior con sus problemas.
El presente se muestra desafiante
nacido entre los suyos y en su grupo,
para pagar lo que antes sólo supo
con altivez negar siendo arrogante.
El poeta no muere totalmente
aunque inerte se torne en cuerpo y alma,
a diario vuelve envuelto en santa calma
con el orto solar por el oriente,
en la flor de corola tempranera
o en el murmullo de las olas suaves;
en el canto estival con trino de aves
o en la estrellada noche en primavera.
¡No! no muere el poeta, lo constato
de pie frente a las tumbas de mis huesos,
que por temor al mundo y sus excesos
las he ocultado en prudencial recato,
pero al estar al borde de otra muerte
me remito esta carta como antaño.
Será el manual desde el primer peldaño
al retornar buscando mejor suerte.
Poema publicado el 09 de Septiembre de 2012
Los versos del poeta son la carta
dirigida a sí mismo hacia el futuro,
sin importar que en lentitud o apuro
la muerte llega y del sufrir lo aparta.
Su mensaje cifrado en poesías
lo habrá de interpretar a su regreso.
Será su guía al emprender con seso
un nuevo plan de muchas travesías.
Los errores de ayer podrá sensato
evitar en su vida renovada,
y su alma con sapiencia reencarnada
vivirá asida al celestial mandato.
De espiritual matiz su nueva esencia
lo ayudará a evitar que a la deriva
camine sin la brújula intuitiva
de la senda aceptada en sacra audiencia.
Es en el nuevo plan que sus poemas
como carta de ayer le dan la pauta
para forjar el alma que fue incauta
en la vida anterior con sus problemas.
El presente se muestra desafiante
nacido entre los suyos y en su grupo,
para pagar lo que antes sólo supo
con altivez negar siendo arrogante.
El poeta no muere totalmente
aunque inerte se torne en cuerpo y alma,
a diario vuelve envuelto en santa calma
con el orto solar por el oriente,
en la flor de corola tempranera
o en el murmullo de las olas suaves;
en el canto estival con trino de aves
o en la estrellada noche en primavera.
¡No! no muere el poeta, lo constato
de pie frente a las tumbas de mis huesos,
que por temor al mundo y sus excesos
las he ocultado en prudencial recato,
pero al estar al borde de otra muerte
me remito esta carta como antaño.
Será el manual desde el primer peldaño
al retornar buscando mejor suerte.
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