Poemas de HÉCTOR ROSALES
HÉCTOR ROSALES
Héctor Rosales (1958- ). Poeta uruguayo.
Nace en Montevideo (Uruguay), 1958.
Está radicado en Barcelona desde 1979.
Ha publicado los libros:
Visiones y agonías (Barcelona, 1979, 2ª ed. corregida y aumentada, New Jersey, 2000),
Espejos de la noche (Madrid, 1981),
Carpeta 1 (Barcelona, 1982),
Espectros (Gijón, 1983),
Desvuelo (1ª ed. Montevideo-Barcelona, 1984, 2ª ed. corregida y aumentada: Barcelona, 1997, 3ª ed. 1999, 4ª ed. e-book, San José de Costa Rica, 2001),
Alrededor el asedio (Montevideo, tres eds., 1989/92/93, Primer Premio 1992, Ministerio de Educación y Cultura, Uruguay),
Habitantes del grito incompleto (Montevideo, 1992) y
Mientras la lluvia no borre las huellas (Barcelona, 2002).
Su obra poética se extiende en diversos pliegos y/o folletos, entre ellos: El manantial invertido (cinco eds., Barcelona 1994/96/2003, esta última aumentada, y Santiago de Compostela, 1995), Desvuelo / separata (Barcelona, 1997), Cuatro poemas en portugués (versiones de Alberto A. Miranda, Barcelona, 1998) y la separata de Mientras la lluvia no borre las huellas (Barcelona, 2002).
Incluido en antologías, catálogos, libros colectivos y publicaciones de diversos países, algunos de sus textos se han traducido al francés, portugués, catalán, gallego, polaco, italiano, inglés y alemán.
Es autor de las breves antologías Voces en la piedra iluminada / Diez poetas uruguayos (Toledo, 1988) y Chapper, las espinas del verso (Montevideo, 2001).
Ha colaborado (crónicas, reseñas, selección y presentación de textos/autores, poesía, asesoramiento editorial) en suplementos culturales, periódicos y numerosas revistas de arte y literatura.
Algunos de sus libros, poemas y textos en prosa han sido objeto de estudio en varios talleres de escritura, institutos o universidades de España, Francia, Portugal, Suecia, Argentina, Uruguay y Estados Unidos.
tango
Canto con voz de tez dañada en esta soga de papel, canto a los puertos...... gaviotas
Esa larga bufanda de arena que calienta mi andar, estirada junto a los...... esta llave rota
Esta llave rota en el velero. El agua, tromba mutilante. Evocadoras nu...... la pausa
en la segunda puerta de casa de brazos cruzados y de pie esperando la ...... el diploma
Destacaba el fulgor desafiante del río en la noche clara Llevaba en su...... la cita y el filo
Sonríe la doncella del palacio de mosaicos de nácar. La belleza asomad...... acto de magia
me quedé recostado en el sur con el ceño arqueando distancias y precip...... del ciprés
Del ciprés enhiesto en la llanura los días afilan las sombras. La sole...... corona
La llovizna partió. En el cuarto, viejo baúl de la noche, nicho, mi vi...... lo mismo
y atenazado a los rituales cuando el pregón de la existencia se instal...... insecticida
Ocurrimos cuando vencía el dilema, el acoso del desorden, las malas no...... un caracol ya basta
A Julio Ricci un caracol ya basta para contagiar de lentitud el tallo...... debe ser
Debe ser el trigo. La parálisis de los caballos en la pradera inaccesi...... souvenir
Al costado de la estación, alborotados, los grillos expresan cánticos ...... el de los versos
vinculado al espionaje bajo letras motivos del ser y el no ser descerr...... de lo lejano
ciudad lejana ésta incalculable la risa de la nieve colindando vivien...... acróstico inicial
Límite impreso larva del símbolo ilimitado En ti el sonido del alma qu...... el fervor
Puede ser la humilde vibración de las hojas del parral de un patio al ...... se prohíbe
"Se prohíbe pegar carteles en la tarde." (Proclama el cartel, pegado a...... la grieta
hacia dentro de ti, hacia dentro de ti canto la grieta del má...... lección
Hubo un antiguo liceo, unos cuadernos que forraste con las frases que ...... Esta es la página 1 de un total de 2 Siguiente »»