Su sana actitud que me entristece - Poemas de Antonio Munguia
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Su sana actitud que me entristece
Poema publicado el 23 de Enero de 2012
¿En dónde estás amor hoy que busco en tu pueblo?
¿Acaso escondes tu inocente rostro
por temer las miradas de mis ojos profundos
que hurgan entre lugares
que ayer fueron seguros y ahora son parajes tan inciertos?
¿O te ofende mi búsqueda insistente
que cada día su ánimo decrece
al convencerse de tu indiferencia
que inflama con latidos a mis cienes
cada vez menos puestas a tu encuentro?
Ven por favor a estos rincones yertos
donde ayer disfrutamos sin hablarnos
envueltos en amantes pensamientos;
los que mis sueños no cristalizaron
porque no nos tomamos nunca en serio.
Ni tú ni yo, del uno al otro, hicimos el intento…
ANTONIO MUNGUIA
MEMORIA:
Miércoles 7 de noviembre de 1979 En Nacozari de García, Sonora, sentado frente al templo católico donde hace doce años en una kermés de la parroquia, por última vez estuvimos jugando con fósforos que no apagaba hasta quemar mis dedos en señal de mi amor. Nunca la volví a ver ni supe a dónde cambió su residencia.
Poema publicado el 23 de Enero de 2012
¿En dónde estás amor hoy que busco en tu pueblo?
¿Acaso escondes tu inocente rostro
por temer las miradas de mis ojos profundos
que hurgan entre lugares
que ayer fueron seguros y ahora son parajes tan inciertos?
¿O te ofende mi búsqueda insistente
que cada día su ánimo decrece
al convencerse de tu indiferencia
que inflama con latidos a mis cienes
cada vez menos puestas a tu encuentro?
Ven por favor a estos rincones yertos
donde ayer disfrutamos sin hablarnos
envueltos en amantes pensamientos;
los que mis sueños no cristalizaron
porque no nos tomamos nunca en serio.
Ni tú ni yo, del uno al otro, hicimos el intento…
ANTONIO MUNGUIA
MEMORIA:
Miércoles 7 de noviembre de 1979 En Nacozari de García, Sonora, sentado frente al templo católico donde hace doce años en una kermés de la parroquia, por última vez estuvimos jugando con fósforos que no apagaba hasta quemar mis dedos en señal de mi amor. Nunca la volví a ver ni supe a dónde cambió su residencia.
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