Imagina (67) - Poemas de Agueda Molina
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Imagina (67)
Poema publicado el 09 de Julio de 2015
En el mar reflejos lunares…
El atardecer,
llena de rojas sombras
¡las aguas mansas que mis ojos conmueven!
Y en un estado de rotundo entendimiento,
mi pensamiento
¡devuelve a mi cuerpo atormentado!
El sosiego, tanto tiempo anhelado
Y arriba, entre cerros escarpados…
rompiendo el cielo se oye un lamento,
una larga resonancia que avanza despacio,
y como una sonora caricia se esparce
entre el cielo, el monte y el mar.
Y sin conocer la razón
un escalofrío traspasa mi cuerpo.
Y hundidos en el más absurdo vacío
mis ojos sólo miran…ya no ven.
Mi espíritu se torna opaco,
ya no refleja aquella agitación
que antes lo trastornaba.
Sólo mi corazón,
late con más fuerza,
¡con mayor resolución!
aprestándose a caminar
tras la insólita mirada.
Y es sólo mi corazón
lo que a mi cuerpo mueve
y lo hace avanzar despacio
entre esta espesa niebla
que ocupa mi mente.
Ahora que ya se ha puesto el sol,
cuando la luna se pierde en el mar,
al admirar esculpida en bronce,
tu cara junto a mí..
¡ahora sé la razón!
Y las lágrimas resbalan por mis ojos;
Abrasadoras gotas de oro candente…
Y mis labios,
sólo musitan una palabra, casi en silencio…
¡imagina!
Poema publicado el 09 de Julio de 2015
En el mar reflejos lunares…
El atardecer,
llena de rojas sombras
¡las aguas mansas que mis ojos conmueven!
Y en un estado de rotundo entendimiento,
mi pensamiento
¡devuelve a mi cuerpo atormentado!
El sosiego, tanto tiempo anhelado
Y arriba, entre cerros escarpados…
rompiendo el cielo se oye un lamento,
una larga resonancia que avanza despacio,
y como una sonora caricia se esparce
entre el cielo, el monte y el mar.
Y sin conocer la razón
un escalofrío traspasa mi cuerpo.
Y hundidos en el más absurdo vacío
mis ojos sólo miran…ya no ven.
Mi espíritu se torna opaco,
ya no refleja aquella agitación
que antes lo trastornaba.
Sólo mi corazón,
late con más fuerza,
¡con mayor resolución!
aprestándose a caminar
tras la insólita mirada.
Y es sólo mi corazón
lo que a mi cuerpo mueve
y lo hace avanzar despacio
entre esta espesa niebla
que ocupa mi mente.
Ahora que ya se ha puesto el sol,
cuando la luna se pierde en el mar,
al admirar esculpida en bronce,
tu cara junto a mí..
¡ahora sé la razón!
Y las lágrimas resbalan por mis ojos;
Abrasadoras gotas de oro candente…
Y mis labios,
sólo musitan una palabra, casi en silencio…
¡imagina!
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