Dormida - Poemas de Waldo Rojas
Dormida
Poema publicado el 05 de Enero de 2008
Ahora que tus ojos te inclinan
sobre la fuente opaca,
ahora que te hunde el instante que eres
y eres el instante y su curso
mientras se restaña el surco de la noche.
Que algo de inútil e insepulto empaña tus labios
y la piel de las cosas,
un florecimiento mustio,
un tañido nevado.
Y sobre el rostro sin ceño sobrevuela, llovizna
o revuelo de velos,
el agua virgen de todos los
lenguajes.
Ahora que hablas a tu propia palabra
mientras deslíes en la yema de los dedos
la arenilla de su tacto.
Que caes con blando despeñamiento en medio del clamor
de la voz de los objetos.
Ahora que te encubre tu mudez más dañosa,
que te ofrece y te niega la misma servidumbre
y eres plena cercanía al alcance de la mano
y naces llanura y renaces laberinto.
Poema publicado el 05 de Enero de 2008
Ahora que tus ojos te inclinan
sobre la fuente opaca,
ahora que te hunde el instante que eres
y eres el instante y su curso
mientras se restaña el surco de la noche.
Que algo de inútil e insepulto empaña tus labios
y la piel de las cosas,
un florecimiento mustio,
un tañido nevado.
Y sobre el rostro sin ceño sobrevuela, llovizna
o revuelo de velos,
el agua virgen de todos los
lenguajes.
Ahora que hablas a tu propia palabra
mientras deslíes en la yema de los dedos
la arenilla de su tacto.
Que caes con blando despeñamiento en medio del clamor
de la voz de los objetos.
Ahora que te encubre tu mudez más dañosa,
que te ofrece y te niega la misma servidumbre
y eres plena cercanía al alcance de la mano
y naces llanura y renaces laberinto.
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