Certificado de nacimiento - Poemas de Teresa de Jesús
Certificado de nacimiento
Poema publicado el 22 de Junio de 2001
En este pueblo delgado y azul
nació una niña
junto con la primera luz del día.
“Se llamará Rubí - dijo su madre entre sudor y cansancio -
porque se ve que es poderosa
como los rubíes nacidos de la roca
y bella como los fulgores con que los rubíes responden a la luz.
De segundo nombre se llamará Teresita del Niño Jesús,
como la santa francesa pequeña y quitada de bulla,
para que al mismo tiempo que poderosa
sea recogida y silenciosa.
Teresa de Jesús no le pongo
para que no sea luchadora como la santa española.”
Es hija de Florentina,
joven mujer de greda y de sol
que lleva hecha carne la sabiduría de la tierra.
Nieta de Eusebio,
hermoso dios de terracota,
ángel de luz,
albañil,
levantador de casas de barro,
poemas de la tierra trabajada
en cuatro paredes como cuatro manos unidas en alabanza.
Ante mí,
autoridad civil representante de la República de Chile,
queda inscrita esta niña nacida sin marcas, señales ni defectos,
como ciudadana del mundo, abogada de las causas perdidas,
en este día 20 de enero de 1930.
Poema publicado el 22 de Junio de 2001
En este pueblo delgado y azul
nació una niña
junto con la primera luz del día.
“Se llamará Rubí - dijo su madre entre sudor y cansancio -
porque se ve que es poderosa
como los rubíes nacidos de la roca
y bella como los fulgores con que los rubíes responden a la luz.
De segundo nombre se llamará Teresita del Niño Jesús,
como la santa francesa pequeña y quitada de bulla,
para que al mismo tiempo que poderosa
sea recogida y silenciosa.
Teresa de Jesús no le pongo
para que no sea luchadora como la santa española.”
Es hija de Florentina,
joven mujer de greda y de sol
que lleva hecha carne la sabiduría de la tierra.
Nieta de Eusebio,
hermoso dios de terracota,
ángel de luz,
albañil,
levantador de casas de barro,
poemas de la tierra trabajada
en cuatro paredes como cuatro manos unidas en alabanza.
Ante mí,
autoridad civil representante de la República de Chile,
queda inscrita esta niña nacida sin marcas, señales ni defectos,
como ciudadana del mundo, abogada de las causas perdidas,
en este día 20 de enero de 1930.
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