La distancia - Poemas de OSCAR PORTELA
La distancia
Poema publicado el 21 de Enero de 2004
La distancia entre tú y yo -la soledad- el trabajo del duelo
en donde todos los rostros se confunden y la memoria
se hace añicos en los espejos: los años y el compromiso
de la fidelidad a lo sagrado, corazón ultrajado, débil urna,
ya seco como los granos de la mazorca mancillada por siglos:
el Dios que no aprendí a cantar aún, la danza de la gran
ausencia de la aurora, las visiones del gran desierto donde
los ángeles mueren de sed en medio del desierto y las
visiones que morirán contigo, allí, al borde de la nada
del cual tejes los sueños del sueño inteligible que inundaba
la vida - el sol, el sol- la espada de Gabriel y la belleza de
Satán, antes de la caída, y la serpiente de la soledad
que inyecta su veneno en las almas, y el gran océano
donde se dispersan los fragmentos de las visiones
de David y sus fantasmas, tú y los tuyos, en el estuario
de los muertos, apenas el gusano, la distancia entre tú y yo -
la soledad y el duelo donde todos los rostros se confunden
en la memoria donde se hacen añicos los espejos,
los años y el fiel compromiso con la fidelidad de lo sagrado.
Poema publicado el 21 de Enero de 2004
La distancia entre tú y yo -la soledad- el trabajo del duelo
en donde todos los rostros se confunden y la memoria
se hace añicos en los espejos: los años y el compromiso
de la fidelidad a lo sagrado, corazón ultrajado, débil urna,
ya seco como los granos de la mazorca mancillada por siglos:
el Dios que no aprendí a cantar aún, la danza de la gran
ausencia de la aurora, las visiones del gran desierto donde
los ángeles mueren de sed en medio del desierto y las
visiones que morirán contigo, allí, al borde de la nada
del cual tejes los sueños del sueño inteligible que inundaba
la vida - el sol, el sol- la espada de Gabriel y la belleza de
Satán, antes de la caída, y la serpiente de la soledad
que inyecta su veneno en las almas, y el gran océano
donde se dispersan los fragmentos de las visiones
de David y sus fantasmas, tú y los tuyos, en el estuario
de los muertos, apenas el gusano, la distancia entre tú y yo -
la soledad y el duelo donde todos los rostros se confunden
en la memoria donde se hacen añicos los espejos,
los años y el fiel compromiso con la fidelidad de lo sagrado.
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