Navidad en san salvador - Poemas de Mario Hernández Aguirre
Navidad en san salvador
Poema publicado el 04 de Agosto de 2007
El pan de todos los días no tiene sentido,
Sin embargo, alguien podría haber colgado la rama de pino
Y encendido la estrella.
Mientras afuera el viento recuerda el olor
De la nuez fresca y el vino tinto…
Pero, alguien bien podría haber recogido la luz estrujando la tarde
Y limpiar los espejos.
Podría haber descendido tu sombra
Al lugar que jamás ocupaste, y el sol
Brillaría como hermosa moneda entre tus alas.
Así como una estrella entre azules relámpagos
Se destaca en el cielo. Habría un sitio en
La mesa y una brisa de paz cubriría la casa.
El navío más potente no deja mayor rastro que el paso de las gaviotas.
Así será para mi corazón el nuevo día,
Y me embriago y pienso que el amor está lejos
Como ese viento que se asfixia entre las voces.
Es hermoso pensar que alguien colgaría la rama de pino
Y encendido la estrella
Y vencido tu ausencia, aunque mañana todo sea igual
Y no haya ninguna dulzura en mi alma que encienda la llama
En una sola pálida soñadora de naufragios.
Poema publicado el 04 de Agosto de 2007
El pan de todos los días no tiene sentido,
Sin embargo, alguien podría haber colgado la rama de pino
Y encendido la estrella.
Mientras afuera el viento recuerda el olor
De la nuez fresca y el vino tinto…
Pero, alguien bien podría haber recogido la luz estrujando la tarde
Y limpiar los espejos.
Podría haber descendido tu sombra
Al lugar que jamás ocupaste, y el sol
Brillaría como hermosa moneda entre tus alas.
Así como una estrella entre azules relámpagos
Se destaca en el cielo. Habría un sitio en
La mesa y una brisa de paz cubriría la casa.
El navío más potente no deja mayor rastro que el paso de las gaviotas.
Así será para mi corazón el nuevo día,
Y me embriago y pienso que el amor está lejos
Como ese viento que se asfixia entre las voces.
Es hermoso pensar que alguien colgaría la rama de pino
Y encendido la estrella
Y vencido tu ausencia, aunque mañana todo sea igual
Y no haya ninguna dulzura en mi alma que encienda la llama
En una sola pálida soñadora de naufragios.
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