No hay trampa virgen - Poemas de María Guadalupe Elizalde
No hay trampa virgen
Poema publicado el 20 de Abril de 2005
Me envuelvo con el manto del Paraíso,
tú ya estabas allí
desde la fronda.
X
Qué fácil –decías- ser el vaso transitorio,
la probeta del génesis,
el conejillo y las indias.
Caín y Abel, estructura, caos;
un leproso y su campana.
X
Sí. Algún día existieron las vírgenes,
todas ellas aterradoras;
el vientre insaciable en su sequía,
arenas movedizas... ¡Canallas!
Los brazos, cerco de púas,
reiterada corona de espinas
o nido para infantes ciegos,
topos bebedores de lunas.
Todos somos hijos del hambre.
Las vírgenes paren de noche
niños y niñas de fondo;
hilanderas en el telar más frío,
cantan tañendo un violín nevado.
Escucha el coro.
Heraldos de luz,
las vírgenes dan a sombra.
Creen que el fruto es piedra
y voluntaria - mente locas, olvidan.
Poema publicado el 20 de Abril de 2005
Me envuelvo con el manto del Paraíso,
tú ya estabas allí
desde la fronda.
X
Qué fácil –decías- ser el vaso transitorio,
la probeta del génesis,
el conejillo y las indias.
Caín y Abel, estructura, caos;
un leproso y su campana.
X
Sí. Algún día existieron las vírgenes,
todas ellas aterradoras;
el vientre insaciable en su sequía,
arenas movedizas... ¡Canallas!
Los brazos, cerco de púas,
reiterada corona de espinas
o nido para infantes ciegos,
topos bebedores de lunas.
Todos somos hijos del hambre.
Las vírgenes paren de noche
niños y niñas de fondo;
hilanderas en el telar más frío,
cantan tañendo un violín nevado.
Escucha el coro.
Heraldos de luz,
las vírgenes dan a sombra.
Creen que el fruto es piedra
y voluntaria - mente locas, olvidan.
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