Cuando estás vestida,
Nadie imagina
Los mundos que escondes
Bajo tus ropas.
(Así, como en el día,
No tenemos noción
De los astros que lucen
En el profundo cielo.
Pero la noche se desnuda,
Y, desnuda en la noche,
Palpitan tus mundos
Y los mundos de la noche.
Brillan tus rodillas
Brilla tu ombligo
Brilla toda tu
Lira abdominal.
Tus senos exiguos.
-Como dos frutos pequeños
En la rigidez
Del tronco robusto-
Brillan.) ¡Ah, tus senos!
¡Tus duros pezones!
¡Tu torso! ¡Tus flancos!
¡Ah, tus hombros!
Con la desnudez, tus ojos
también se desnudan;
Tu mirar es más difuso,
Más lento, más líquido.
Entonces, en ellos,
Floto, nado, salto,
¡Me sumerjo
perpendicular!
Bajo hasta lo más hondo
De tu ser, allá donde
Me sonríe tu alma,
Desnuda, desnuda, desnuda.
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