Testamento muy lÍrico - Poemas de LUIS MIGUEL RABANAL
Testamento muy lÍrico
Poema publicado el 10 de Febrero de 2001
En el viejo camino de Curueña, justamente en medio de
Montecorral, una mano que ahora amo y amé mucho,
temblorosa aventará cenizas por la tarde. Quieres pensar que
todo terminará con este simple rito. Pausada, tontamente
acaso, pero con mucha sordidez. Tan crédula y serena, la
eternidad se vislumbra como esa vieja y buena amiga que ya
para siempre te dará el tostón. A veces es mejor así, con los
labios cosidos por culpa de tanta desmesura preferimos callar...
Y si no, otro buen paraje podría ser el del Abesedo, también allí
el tiempo se consume con herrumbre y disciplina, lo mismo que
este atardecer que sabe de ti porque no has llegado aún. La luz,
la negra luz de los dormidos.
Poema publicado el 10 de Febrero de 2001
En el viejo camino de Curueña, justamente en medio de
Montecorral, una mano que ahora amo y amé mucho,
temblorosa aventará cenizas por la tarde. Quieres pensar que
todo terminará con este simple rito. Pausada, tontamente
acaso, pero con mucha sordidez. Tan crédula y serena, la
eternidad se vislumbra como esa vieja y buena amiga que ya
para siempre te dará el tostón. A veces es mejor así, con los
labios cosidos por culpa de tanta desmesura preferimos callar...
Y si no, otro buen paraje podría ser el del Abesedo, también allí
el tiempo se consume con herrumbre y disciplina, lo mismo que
este atardecer que sabe de ti porque no has llegado aún. La luz,
la negra luz de los dormidos.
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