Cielo de los marinos - Poemas de Luciano Castañón
Cielo de los marinos
Poema publicado el 11 de Marzo de 2002
Está su cielo azul en la taberna.
Vino tinto se llama su Dios
—desbrozador de telarañas—
porque es barato
y alivia no sólo las gargantas.
Un reguero de palabras
discurre sinovial
en términos marineros que se desalan.
En prosa y proa siempre el mar y lo marino:
—mentirosos peces, ahítas nasas,
redes rotas por la plétora
y remo que no cía,
del este traidor la vela preñada,
el naufragio del 93, olas
y la fantasmagoría del heridor pez espada...—
Pleamar sin equinoccio en la taberna.
Traspuesta en rutinarios diálogos
—violentos o remisos—
sube y baja la coloquial marea.
Con un cuchillo sin filo apenas
se dividiría el humano vaho
que flota —que devala—
sobre las testas marineras.
Para que aviven el seso y despierten
pienso que necesitan
alguien que los oriente.
Poema publicado el 11 de Marzo de 2002
Está su cielo azul en la taberna.
Vino tinto se llama su Dios
—desbrozador de telarañas—
porque es barato
y alivia no sólo las gargantas.
Un reguero de palabras
discurre sinovial
en términos marineros que se desalan.
En prosa y proa siempre el mar y lo marino:
—mentirosos peces, ahítas nasas,
redes rotas por la plétora
y remo que no cía,
del este traidor la vela preñada,
el naufragio del 93, olas
y la fantasmagoría del heridor pez espada...—
Pleamar sin equinoccio en la taberna.
Traspuesta en rutinarios diálogos
—violentos o remisos—
sube y baja la coloquial marea.
Con un cuchillo sin filo apenas
se dividiría el humano vaho
que flota —que devala—
sobre las testas marineras.
Para que aviven el seso y despierten
pienso que necesitan
alguien que los oriente.
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