Hoy mando estas palabras para aquel que quiera recibirlas... - Poemas de JUAN CARLOS GÓMEZ
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Hoy mando estas palabras para aquel que quiera recibirlas...
Poema publicado el 13 de Enero de 2002
Hoy mando estas palabras para aquel que quiera recibirlas
pueden ser tus palabras
y con ellas
se mostrará el camino que hasta aquí nos condujo
armado con el beso de libertad de las caricias
recién peinados
como peinan las madres a los niños
ese tupé que el tiempo irá menguando
ese tupé de la mirada limpia
guapo para la vida que irá dejando estrellas y quebrantos
como una melodía irrepetible
compuesta con el tono de la sed y la fiebre
porque ya dije
que la vida no pide permiso
sólo está
compartiendo
el vasto territorio de una lágrima
o el de una sonrisa
descubriendo y ocultando esperanzas
matándote un poquito a cada paso
y te ponían guapo mientras creías
con esa fe rotunda con la que cree la infancia
en el círculo perfecto de tu mundo
y dentro de él los juegos
mágica lluvia fina en la siembra del alma
lluvia y sol de arco iris
cuando era lento el aprendizaje por aquel mundo lento y copioso
mundo candeal de la amistad sin mácula
horneado con carreras y risas
aceras de inocencia y parques de aventura
lealtad era el don de su carne caliente
lealtad que no mide el por qué de las cosas y no espera respuestas
sólo llegan a uno como buenos regalos
qué nos queda aún de aquello
la vida te vio guapo con la sonrisa nueva
y amplio el corazón con latidos de leche
ven ha hacerme un recado busca
dónde quedó el deleite de la tierra mojada
de la emoción primera de los descubrimientos
dónde el secreto azul de los cedros del parque
en qué rincón esperan
Poema publicado el 13 de Enero de 2002
Hoy mando estas palabras para aquel que quiera recibirlas
pueden ser tus palabras
y con ellas
se mostrará el camino que hasta aquí nos condujo
armado con el beso de libertad de las caricias
recién peinados
como peinan las madres a los niños
ese tupé que el tiempo irá menguando
ese tupé de la mirada limpia
guapo para la vida que irá dejando estrellas y quebrantos
como una melodía irrepetible
compuesta con el tono de la sed y la fiebre
porque ya dije
que la vida no pide permiso
sólo está
compartiendo
el vasto territorio de una lágrima
o el de una sonrisa
descubriendo y ocultando esperanzas
matándote un poquito a cada paso
y te ponían guapo mientras creías
con esa fe rotunda con la que cree la infancia
en el círculo perfecto de tu mundo
y dentro de él los juegos
mágica lluvia fina en la siembra del alma
lluvia y sol de arco iris
cuando era lento el aprendizaje por aquel mundo lento y copioso
mundo candeal de la amistad sin mácula
horneado con carreras y risas
aceras de inocencia y parques de aventura
lealtad era el don de su carne caliente
lealtad que no mide el por qué de las cosas y no espera respuestas
sólo llegan a uno como buenos regalos
qué nos queda aún de aquello
la vida te vio guapo con la sonrisa nueva
y amplio el corazón con latidos de leche
ven ha hacerme un recado busca
dónde quedó el deleite de la tierra mojada
de la emoción primera de los descubrimientos
dónde el secreto azul de los cedros del parque
en qué rincón esperan
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