top

Red DE OCIO Y LITERATURA »

  Canciones
  Humor
  Más Poemas
  Poemas amor
  Chistes
  Fútbol
  Examen de Conducir
  Películas

Hoy - Poemas de José Portnoy


 
 
Hoy
Poema publicado el 19 de Marzo de 2000

La sonrisa de mi madre es dulce como la miel,
Es como el agua fresca en un día de verano
Al estar cansado y triste solamente al ver su sonrisa,
La tristeza y el cansancio se desvanecen
Y mi corazón canta y se alivia de toda pesadumbre,
Que antes de ver a mi madre pesaban a mi alma.

Mi madre, mi querida madre
Fortalece mi alma y me da sus sabios consejos,
Y aunque sea yo a veces obstinado
Y piense que como persona adulta tiene la razón,
Ella me corrige y me hace pensar sin darme reproches
Sin darme criticas ni amonestarme, simplemente esta a mi lado.

Al darme cuenta que estoy equivocado y lo reconozco
Ella sonríe y me dice:
Ves hijo mío, no con reproches te corrijo
Si no te dejo pensar y llegar solo a la conclusión que has llegado,
Pues al reprochar te hago sentir de menos
y eso no se hace a alguien que se ama,
a un hijo en forma especial, pues eres parte de mi alma
Y eso te hace muy especial.

Mi madre, mi vieja y bella madre
Mi amor por ti es enorme,
Mi admiración y gratitud no tienen limite
Gracias por ser mi madre, por amarme y cuidarme,
Soportarme mis enojos y mi obstinación,
Por darme la vida, por lo especial que me has dejado sentir.

La sonrisa de mi madre es dulce como la miel,
Es como el agua fresca en un día de verano
Al estar cansado y triste solamente al ver su sonrisa,
La tristeza y el cansancio se desvanecen
Y mi corazón canta y se alivia de toda pesadumbre,
Que antes de ver a mi madre pesaban a mi alma.

Mi madre, mi querida madre
Fortalece mi alma y me da sus sabios consejos,
Y aunque sea yo a veces obstinado
Y piense que como persona adulta tiene la razón,
Ella me corrige y me hace pensar sin darme reproches
Sin darme criticas ni amonestarme, simplemente esta a mi lado.

Al darme cuenta que estoy equivocado y lo reconozco
Ella sonríe y me dice:
Ves hijo mío, no con reproches te corrijo
Si no te dejo pensar y llegar solo a la conclusión que has llegado,
Pues al reprochar te hago sentir de menos
y eso no se hace a alguien que se ama,
a un hijo en forma especial, pues eres parte de mi alma
Y eso te hace muy especial.

Mi madre, mi vieja y bella madre
Mi amor por ti es enorme,
Mi admiración y gratitud no tienen limite
Gracias por ser mi madre, por amarme y cuidarme,
Soportarme mis enojos y mi obstinación,
Por darme la vida, por lo especial que me has dejado sentir.

La sonrisa de mi madre es dulce como la miel,
Es como el agua fresca en un día de verano
Al estar cansado y triste solamente al ver su sonrisa,
La tristeza y el cansancio se desvanecen
Y mi corazón canta y se alivia de toda pesadumbre,
Que antes de ver a mi madre pesaban a mi alma.

Mi madre, mi querida madre
Fortalece mi alma y me da sus sabios consejos,
Y aunque sea yo a veces obstinado
Y piense que como persona adulta tiene la razón,
Ella me corrige y me hace pensar sin darme reproches
Sin darme criticas ni amonestarme, simplemente esta a mi lado.

Al darme cuenta que estoy equivocado y lo reconozco
Ella sonríe y me dice:
Ves hijo mío, no con reproches te corrijo
Si no te dejo pensar y llegar solo a la conclusión que has llegado,
Pues al reprochar te hago sentir de menos
y eso no se hace a alguien que se ama,
a un hijo en forma especial, pues eres parte de mi alma
Y eso te hace muy especial.

Mi madre, mi vieja y bella madre
Mi amor por ti es enorme,
Mi admiración y gratitud no tienen limite
Gracias por ser mi madre, por amarme y cuidarme,
Soportarme mis enojos y mi obstinación,
Por darme la vida, por lo especial que me has dejado sentir.

La sonrisa de mi madre es dulce como la miel,
Es como el agua fresca en un día de verano
Al estar cansado y triste solamente al ver su sonrisa,
La tristeza y el cansancio se desvanecen
Y mi corazón canta y se alivia de toda pesadumbre,
Que antes de ver a mi madre pesaban a mi alma.

Mi madre, mi querida madre
Fortalece mi alma y me da sus sabios consejos,
Y aunque sea yo a veces obstinado
Y piense que como persona adulta tiene la razón,
Ella me corrige y me hace pensar sin darme reproches
Sin darme criticas ni amonestarme, simplemente esta a mi lado.

Al darme cuenta que estoy equivocado y lo reconozco
Ella sonríe y me dice:
Ves hijo mío, no con reproches te corrijo
Si no te dejo pensar y llegar solo a la conclusión que has llegado,
Pues al reprochar te hago sentir de menos
y eso no se hace a alguien que se ama,
a un hijo en forma especial, pues eres parte de mi alma
Y eso te hace muy especial.

Mi madre, mi vieja y bella madre
Mi amor por ti es enorme,
Mi admiración y gratitud no tienen limite
Gracias por ser mi madre, por amarme y cuidarme,
Soportarme mis enojos y mi obstinación,
Por darme la vida, por lo especial que me has dejado sentir.



La sonrisa de mi madre es dulce como la miel,
Es como el agua fresca en un día de verano
Al estar cansado y triste solamente al ver su sonrisa,
La tristeza y el cansancio se desvanecen
Y mi corazón canta y se alivia de toda pesadumbre,
Que antes de ver a mi madre pesaban a mi alma.

Mi madre, mi querida madre
Fortalece mi alma y me da sus sabios consejos,
Y aunque sea yo a veces obstinado
Y piense que como persona adulta tiene la razón,
Ella me corrige y me hace pensar sin darme reproches
Sin darme criticas ni amonestarme, simplemente esta a mi lado.

Al darme cuenta que estoy equivocado y lo reconozco
Ella sonríe y me dice:
Ves hijo mío, no con reproches te corrijo
Si no te dejo pensar y llegar solo a la conclusión que has llegado,
Pues al reprochar te hago sentir de menos
y eso no se hace a alguien que se ama,
a un hijo en forma especial, pues eres parte de mi alma
Y eso te hace muy especial.

Mi madre, mi vieja y bella madre
Mi amor por ti es enorme,
Mi admiración y gratitud no tienen limite
Gracias por ser mi madre, por amarme y cuidarme,
Soportarme mis enojos y mi obstinación,
Por darme la vida, por lo especial que me has dejado sentir.



La sonrisa de mi madre es dulce como la miel,
Es como el agua fresca en un día de verano
Al estar cansado y triste solamente al ver su sonrisa,
La tristeza y el cansancio se desvanecen
Y mi corazón canta y se alivia de toda pesadumbre,
Que antes de ver a mi madre pesaban a mi alma.

Mi madre, mi querida madre
Fortalece mi alma y me da sus sabios consejos,
Y aunque sea yo a veces obstinado
Y piense que como persona adulta tiene la razón,
Ella me corrige y me hace pensar sin darme reproches
Sin darme criticas ni amonestarme, simplemente esta a mi lado.

Al darme cuenta que estoy equivocado y lo reconozco
Ella sonríe y me dice:
Ves hijo mío, no con reproches te corrijo
Si no te dejo pensar y llegar solo a la conclusión que has llegado,
Pues al reprochar te hago sentir de menos
y eso no se hace a alguien que se ama,
a un hijo en forma especial, pues eres parte de mi alma
Y eso te hace muy especial.

Mi madre, mi vieja y bella madre
Mi amor por ti es enorme,
Mi admiración y gratitud no tienen limite
Gracias por ser mi madre, por amarme y cuidarme,
Soportarme mis enojos y mi obstinación,
Por darme la vida, por lo especial que me has dejado sentir.

Mi corazón no absorbe tus dulces mentiras
Tus clamores de amor eterno y promesas incumplidas,
Rompí al fin las cadenas suaves
A las cuales mi alma estaba presa,
Hoy soy libre de tu veneno dulce
Hoy vivo feliz de haberme librado de tu calumnia.

Tu seguiste mintiendo sin vergüenza
Pero al fin me libre de tu cruel engaño,
Hoy ya no te extraño ni te llevo en mi mente
Hoy eres un mal sueño del cual me he despertado;
Hoy ya no eres nada en mi espacio.
























¿Te gusta este poema? Compártelo:
«« más poemas de José Portnoy