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Poemas de Graciela Wencelblat Wainbuch

Graciela Wencelblat Wainbuch
Graciela Wencelblat Wainbuch nació y vive en Buenos Aires, Argentina. Separada y feliz madre de tres hijos, estudió teatro seis años con Beatriz Matar y durante otros siete fue presidenta de la Fundación Mayorazgo para las Artes y las Ciencias en Paraná, Entre Ríos, donde desarrolló un centro cultural para la comunidad, que fue el más importante de esa época. Pulió su escritura con Santiago Kovadloff y Cristina Piña. Ha concurrido al Taller de las Máscaras de Mario Buchbinder, participado en talleres literarios con Marta Braier e Inés Malinow, y colaborado en revistas y diarios de Cap e interior. Ha sido invitada y colaboradora en el encuentro de escritores y poetas que se celebró en Sonora, Méjico (2001) y en el encuentro internacional de poetas «Proyecto Sur», celebrado en Cuba (2002), en el que, en febrero de 2003, volvió a participar como miembro del comité organizador. En abril de ese mismo año, intervino en el encuentro internacional aBrace, celebrado en Montevideo, Uruguay. Ha publicado 5 libros: El camino (1980), Por disimular que estoy flotando (Ed. Torres Agüero, 1989), La que dibuja los bordes de los cuerpos (Grupo Ed. Latinoamericano, 1994), Pasaje del Signo (Ed. Vinciguerra, 1998) y Travesía del Desierto (Ed. Vinciguerra, 2002). Asimismo, ha participado en dos antologías poéticas: Poesía de Fin de Siglo (Ed. Vinciguerra, 1997) y Las Letras de la Conjura (Ed. Dunken, 2002). Sus poemas han sido traducidos al francés por Pierre Leon, de la Universidad de Toronto (Canadá). Actualmente está preparando el que será su sexto libro, así como la colaboración en dos nuevas antologías.

el abrazo
 
 
Fue el abrazo fue la manera de dar el abrazo fue la fuer......
hoy
 
 
Hoy voy a derribar las puertas arrancar los candados abrir el......
estallan soledades
 
 
El hombre es un animal de soledades. Pero, ......
la mujer distraída
 
 
caminó sin zapatos ni reloj por las calles por el campo ......
parir
 
 
me peino con bronca arranco las plumas de la piel. pi......
toda cosecha
 
 
Sostengo el poema con manos de ausencia el vaivén del silenci......
otro otoño desconocido
 
 
Pronto marzo será desgarrado y el verano envuelto en pañuelos. ......
interrogándose
 
 
Nació para vivir? insiste persevera, ¿a lo ......
abrí las puntas
 
 
Abrí las puntas del color para teñir el aire y cambiar su peso......
hay que rehacer el argumento
 
 
La medida de esta terca ternura irá disminuyendo, hasta ll......
luna ciega
 
 
Entre tanto ropaje de palabras el cuerpo aprovecha para desapar......
viaje
 
 
Cada viaje es una salida que deja el contorno de mi cuerpo ......
heridas
 
 
Las palabras producen heridas parecidas a la rajadura del mármol. ......
algo que hacer con la poesía
 
 
Abrazar la poesía crearle una vivienda fuera de uno, ......
agua
 
 
Hay en la nada reversible el corazón de una única paloma hay una......
en blanco
 
 
Los que me habitan me siguen. Murmuran en mi boca ......
en el medio
 
 
Vibran los huesos cuando la noche llega sola, sin siquiera e......
en la hora de nadie
 
 
Cuando el corazón de la rosa cae entre las piedras y sa......
lamento
 
 
Cuando el alma se desnivela rugen todos los leones. El bosque s......
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