Nadie en ninguna parte - Poemas de Antonio Redondo Andújar
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Nadie en ninguna parte
Poema publicado el 10 de Junio de 2005
Nadie ve esa gaviota degollada
volando sobre el mar de la locura,
nadie mira hacia el cielo
suplicando un perdón o una caricia.
Todo desordenado como una escena rota,
como un jarrón sin fondo
y sin flores ajadas.
Nadie en ninguna parte,
nadie nunca y por siempre,
sólo un insomnio desolado
donde el mar se desliza
y se apodera de todo,
hasta de la esperanza.
Nadie gime, nadie, nadie gime.
Las mujeres desnudan sus pechos
y las olas los llenan de caricias,
y estas caricias falsas
se nutren de añoranzas
porque el amor ha muerto.
Y ha muerto el campanario
que de niño veía
florido de palomas,
se ha cubierto de sangre.
Nadie ve el doblegado disfraz de la ironía
porque el juglar ha muerto
y se ha llevado el verso y la cadencia.
Sólo ha quedado el frío y la noche sin límites,
sólo ha quedado el dolor y os lo juro de nuevo:
nadie ve la gaviota degollada
volando sobre el mar de la misericordia.
Poema publicado el 10 de Junio de 2005
Nadie ve esa gaviota degollada
volando sobre el mar de la locura,
nadie mira hacia el cielo
suplicando un perdón o una caricia.
Todo desordenado como una escena rota,
como un jarrón sin fondo
y sin flores ajadas.
Nadie en ninguna parte,
nadie nunca y por siempre,
sólo un insomnio desolado
donde el mar se desliza
y se apodera de todo,
hasta de la esperanza.
Nadie gime, nadie, nadie gime.
Las mujeres desnudan sus pechos
y las olas los llenan de caricias,
y estas caricias falsas
se nutren de añoranzas
porque el amor ha muerto.
Y ha muerto el campanario
que de niño veía
florido de palomas,
se ha cubierto de sangre.
Nadie ve el doblegado disfraz de la ironía
porque el juglar ha muerto
y se ha llevado el verso y la cadencia.
Sólo ha quedado el frío y la noche sin límites,
sólo ha quedado el dolor y os lo juro de nuevo:
nadie ve la gaviota degollada
volando sobre el mar de la misericordia.
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