Voces oscuras de un poema muerto - Poemas de Antonio R Munguia
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Voces oscuras de un poema muerto
Poema publicado el 07 de Septiembre de 2020
Voces Oscuras de un Poema Muerto
Qué pena usar un léxico complejo
Para expresar oscuras intenciones,
Sin arriesgar se entiendan las razones
Que el corazón asoma en su reflejo.
Mi alma sufre al mirarse en ese espejo
Que la mente plagada de traiciones,
Pretende divulgar con sus pasiones
Envueltas en un verbo de agrio dejo.
Cada verso batallo en su discurso
Evitando expresarlo con insidia,
Amargura o maléfico recurso.
Es buscar agradar sin que haya envidia,
Sin intentar dar cátedra de un curso
De verborrea que con zafios lidia.
Ánimo de encontrar admiradores
Que en mis versos se sientan complacidos,
Si no por ver sus gustos aludidos,
Al menos por hallarlos retadores.
Una especie de datos rimadores
Trayendo al intelecto los aullidos
De una jauría que hace los sonidos
Imitando a los grandes pensadores.
Ese fue en mis pininos la bandera
Al pretender dominio del lenguaje,
Captando la atención de quien leyera
Mis estrofas pintando un gran paisaje,
O la profunda, filosófica y señera
Reflexión que exhibiera mi bagaje.
Pero pronto entendí que lo que cuenta
Es dar vida al clamor íntimo y bello
Que el corazón esconde bajo sello,
Con una intimidad que no está en venta.
Es el amor ausente en la placenta
Desechada al nacer, y que es destello
Creciendo en nuestro espíritu plebeyo
Con prontitud que nos parece lenta.
Pero sin reparar en su proceso
Ese amor nos exige con vehemencia
Ser entregado al mundo sin receso,
Ajeno a verbos con vana elocuencia
Y evitando franquear seguro acceso
A mi sabiduría en decadencia.
Poema publicado el 07 de Septiembre de 2020
Voces Oscuras de un Poema Muerto
Qué pena usar un léxico complejo
Para expresar oscuras intenciones,
Sin arriesgar se entiendan las razones
Que el corazón asoma en su reflejo.
Mi alma sufre al mirarse en ese espejo
Que la mente plagada de traiciones,
Pretende divulgar con sus pasiones
Envueltas en un verbo de agrio dejo.
Cada verso batallo en su discurso
Evitando expresarlo con insidia,
Amargura o maléfico recurso.
Es buscar agradar sin que haya envidia,
Sin intentar dar cátedra de un curso
De verborrea que con zafios lidia.
Ánimo de encontrar admiradores
Que en mis versos se sientan complacidos,
Si no por ver sus gustos aludidos,
Al menos por hallarlos retadores.
Una especie de datos rimadores
Trayendo al intelecto los aullidos
De una jauría que hace los sonidos
Imitando a los grandes pensadores.
Ese fue en mis pininos la bandera
Al pretender dominio del lenguaje,
Captando la atención de quien leyera
Mis estrofas pintando un gran paisaje,
O la profunda, filosófica y señera
Reflexión que exhibiera mi bagaje.
Pero pronto entendí que lo que cuenta
Es dar vida al clamor íntimo y bello
Que el corazón esconde bajo sello,
Con una intimidad que no está en venta.
Es el amor ausente en la placenta
Desechada al nacer, y que es destello
Creciendo en nuestro espíritu plebeyo
Con prontitud que nos parece lenta.
Pero sin reparar en su proceso
Ese amor nos exige con vehemencia
Ser entregado al mundo sin receso,
Ajeno a verbos con vana elocuencia
Y evitando franquear seguro acceso
A mi sabiduría en decadencia.
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