Poemas de Anna Ajmátova
Anna Ajmátova
Anna Ajmátova de 1925(Odessa, 1889-1966), fue junto con Osip Mandelstam una de las
figuras más representativas de la poesía acmeista rusa. El poeta Joseph Brodsky
la definió así:
Su sola mirada te cortaba el aliento. Alta, de pelo oscuro, morena, esbelta y
ágil, con los ojos verdosos de un tigre polar, durante medio siglo la ha
dibujado, pintado, esculpido en yeso y mármol, fotografiado un sinnúmero de
personas, empezando por Modigliani. Los versos dedicados a ella formarían más
volúmenes que su obra entera.
Anna Andréyevna Gorenko nació el 23 de junio
de 1889 en Odessa, hija de una noble familia de origen tártaro, Ajmat, de la
cual tomó el apellido por el que la conocemos. Estudió latín, historia y
literatura en Kiev y en San Petersburgo. Allí se casó con Nikolái Gumiliov en
1910, promotor del acmeísmo, corriente poética que se sumaba al renacimiento
intelectual de Rusia a principios del siglo XX. Los acmeístas rompían con el
simbolismo, de carácter metafórico, y restablecían el valor semántico de las
palabras. En esta línea Anna publica en 1912 su primer libro de poemas titulado
La tarde. En ese mismo año nace su único hijo, Lev.
Estos primeros escritos parecen intuir la gran soledad en la que se verá
sumergida años más tarde, después de las trágicas consecuencias de la revolución
rusa de 1917. Tras ésta Anna y su familia se verán afectados ya que en 1921 su
marido fue acusado de conspiración y fusilado. Más tarde, su hijo será también
arrestado y deportado a Siberia. Y por último, su amigo e historiador de arte,
Nikolai Punin, moriría de agotamiento en un campo de concentración en 1938. Los
poemas de Anna se prohibieron, fue acusada de traición y deportada. Por temor a
que fusilaran a su hijo quemó todos sus papeles personales. En 1944 pudo
regresar a Leningrado con su hijo, ciudad devastada tras el asedio nazi.
En 1945 el joven intelectual británico Isaiah Berlin quiso visitarla antes de
regresar a Londres. Ese encuentro se prolongó durante veinte horas donde Anna le
leyó sus poemas y se sinceró con él, pero esto tuvo trágicas consecuencias ya
que su hijo volvió a ser encarcelado durante diez años. Esta vez la escritora se
negó a silenciar su voz y siguió adelante con su poemario más importante,
Réquiem, ahí explica que en aquella Unión Soviética los únicos que estaban en
paz eran los difuntos y que los vivos pasaban su vida yendo de un campo de
concentración a otro. El libro fue publicado sin su consentimiento y
conocimiento en 1963 en Múnich. Al año siguiente viaja a Taormina (Italia),
donde recibe el Premio Internacional de Poesía y en 1965 es nombrada doctor
honoris causa por la Universidad de Oxford. Viaja a Gran Bretaña con escala en
París y se publica en Moscú El correr del tiempo (1909-1965), un balance
incompleto (y censurado) de su obra.
En 1966 Anna muere de un infarto en un sanatorio de las afueras de Moscú y es
enterrada en Komarovo. Su obra, traducida a un sinnúmero de lenguas, sólo
aparecerá íntegra en Rusia en 1990.
Esta es la página 1 de un total de 0