Vivo entre paréntesis - Poemas de Alfonso Fajardo
Vivo entre paréntesis
Poema publicado el 07 de Noviembre de 2000
Vivo entre paréntesis, entre paredes me desgasto.
Soy yo y el mundo enano; es decir,
Sangre y bestiario de insanidades.
¿Mi vida?, esa es apenas
una mecedora con patines aerostáticos,
sin comentarios, por favor.
Ángel, pero también demonio: debo una vida,
pero, por igual, poco a poco me quito la mía.
Vivo entre cucarachas y esa no fue una metáfora.
Soy un hombre de múltiples adicciones, soy adicto a la Coca
Cola, a la música de los diablos, a la poesía de los muertos,
al olor de las páginas de un libro nuevo y al del vientre húmedo de Lulú.
Hay veces que cierro los ojos, me olvido de mí mismo, de las ciudades,
de mis mitades, de mis reflejos en sangre,
de mis bolsillos, de mis verdades y hasta de mi olvido de olvidarme.
En la noche descanso y en el día también
Vivo entre rotos cielos falsos, entre orín camino.
Soy bruto y superhombre, y el sol taladro;
es decir, humano y madera percudida.
La vida es una guillotina disfrazada de escritorio,
títere de la nada, zapatos con ojeras
que caminan al lado del corazón.
Sacerdote, pero también judas: lo que pido
es lo que menos obtengo, lo que menos me convence
es lo que agradezco, soy Rasputín.
Soy un hombre de múltiples contradicciones,
me gusta el arroyo y el arpa eléctrica,
las muchachas bronceadas y las blancas también me gustan,
las morenas y las rubias, pero las pelirrojas...también.
Me gusta el buen cine y los cócteles de concha,
el teatro y la carne de perro de los estadios,
la danza de escuela y la de tanga,
la paz y la anarquía,
los licuados de fruta y el desarreglo de los sentidos también me gusta.
Hay veces que hojeo las calles y me dan risa; me da risa
el poeta de saco y corbata y algún desgarbado,
los editores a mansalva, el palimpsesto
y el crítico labiodental también me da risa.
En la ciudad soy un fantasma y en mi casa paso desapercibido.
Vivo entre hermosos edificios de nada
y me divierto.
Poema publicado el 07 de Noviembre de 2000
Vivo entre paréntesis, entre paredes me desgasto.
Soy yo y el mundo enano; es decir,
Sangre y bestiario de insanidades.
¿Mi vida?, esa es apenas
una mecedora con patines aerostáticos,
sin comentarios, por favor.
Ángel, pero también demonio: debo una vida,
pero, por igual, poco a poco me quito la mía.
Vivo entre cucarachas y esa no fue una metáfora.
Soy un hombre de múltiples adicciones, soy adicto a la Coca
Cola, a la música de los diablos, a la poesía de los muertos,
al olor de las páginas de un libro nuevo y al del vientre húmedo de Lulú.
Hay veces que cierro los ojos, me olvido de mí mismo, de las ciudades,
de mis mitades, de mis reflejos en sangre,
de mis bolsillos, de mis verdades y hasta de mi olvido de olvidarme.
En la noche descanso y en el día también
Vivo entre rotos cielos falsos, entre orín camino.
Soy bruto y superhombre, y el sol taladro;
es decir, humano y madera percudida.
La vida es una guillotina disfrazada de escritorio,
títere de la nada, zapatos con ojeras
que caminan al lado del corazón.
Sacerdote, pero también judas: lo que pido
es lo que menos obtengo, lo que menos me convence
es lo que agradezco, soy Rasputín.
Soy un hombre de múltiples contradicciones,
me gusta el arroyo y el arpa eléctrica,
las muchachas bronceadas y las blancas también me gustan,
las morenas y las rubias, pero las pelirrojas...también.
Me gusta el buen cine y los cócteles de concha,
el teatro y la carne de perro de los estadios,
la danza de escuela y la de tanga,
la paz y la anarquía,
los licuados de fruta y el desarreglo de los sentidos también me gusta.
Hay veces que hojeo las calles y me dan risa; me da risa
el poeta de saco y corbata y algún desgarbado,
los editores a mansalva, el palimpsesto
y el crítico labiodental también me da risa.
En la ciudad soy un fantasma y en mi casa paso desapercibido.
Vivo entre hermosos edificios de nada
y me divierto.
¿Te gusta este poema? Compártelo:
«« más poemas de Alfonso Fajardo