Estampa de mi tierra (f.j.alonso/a.molina) (64) - Poemas de Agueda Molina
Estampa de mi tierra (f.j.alonso/a.molina) (64)
Poema publicado el 29 de Noviembre de 2018
Por la cañada
entre aromas y cantuesos
una zorra
¡herida por la piedra lanzada!
renqueaba.
¡desde los cañaverales del río!
a los madroños del barranco
un gavilán
el vuelo remontó.
¡Intima vereda de pitas
con tallos en flor!
donde un traicionero lazo
a la liebre degolló.
Cuando en la rama
de un centenario olivo
el cuco cantaba....
¡el silencio de los campos
se quebraba!
junto a la sombra de un taray
atentos cipreses vigilaban
¡cómo desde la grama al acantilado!
una tórtola se alzaba.
¡Chumberas y granados!
higuerales en cuyos frutos
un gorrión
su hambre saciaba.
¡Recóndito atajo de romero y tomillo!
por alegres abejarucos
iluminado.
A su vera
entre piedras y matojos
saltamontes y lagartijas
retozaban.
Y en las ruinas del viejo cortijo
¡un murciélago!
buscaba cobijo
anejo a la era
un triste eucalipto
la ligera brisa, balanceaba.
Allá arriba
el buitre sinuoso planeaba
mientras un aburrido jabalí
¡a la viscosa víbora
devoraba!
Poema publicado el 29 de Noviembre de 2018
Por la cañada
entre aromas y cantuesos
una zorra
¡herida por la piedra lanzada!
renqueaba.
¡desde los cañaverales del río!
a los madroños del barranco
un gavilán
el vuelo remontó.
¡Intima vereda de pitas
con tallos en flor!
donde un traicionero lazo
a la liebre degolló.
Cuando en la rama
de un centenario olivo
el cuco cantaba....
¡el silencio de los campos
se quebraba!
junto a la sombra de un taray
atentos cipreses vigilaban
¡cómo desde la grama al acantilado!
una tórtola se alzaba.
¡Chumberas y granados!
higuerales en cuyos frutos
un gorrión
su hambre saciaba.
¡Recóndito atajo de romero y tomillo!
por alegres abejarucos
iluminado.
A su vera
entre piedras y matojos
saltamontes y lagartijas
retozaban.
Y en las ruinas del viejo cortijo
¡un murciélago!
buscaba cobijo
anejo a la era
un triste eucalipto
la ligera brisa, balanceaba.
Allá arriba
el buitre sinuoso planeaba
mientras un aburrido jabalí
¡a la viscosa víbora
devoraba!
¿Te gusta este poema? Compártelo:
«« más poemas de Agueda Molina